El joven de 22 años participó en una fiesta ilegal y con drogas en El Bruc el 6 de enero y desde entonces nadie sabe nada. Los compañeros de fiesta han explicado a los mossos d'Esquadra que el chico decía que la montaña le llamaba, que él había sido el elegido y se fue a buscarla. Julián Beltran era de Bogotá, y vivía en Barcelona desde 2019.
"Mi hijo estaba en una fiesta ilegal en una casa de El Bruc", explica a El Periódico Lilian Rivera, que ha llegado a Barcelona desde Colombia para tratar de encontrar a Julián.
La tarde del día 7, la señal del teléfono móvil de Julián se apagó. Su madre, con quien hablaba cada día, no consiguió contactarle y empezó su lucha contra la pandemia y la burocracia. Finalmente consiguió un permiso para llegar a Barcelona a finales del mes pasado. Desde entonces se ha instalado en casa de la familia de la exnovia de su hijo para continuar la búsqueda.
Agentes de los Mossos, Bomberos y unidades caninas han rastreado los caminos que van desde El Bruc hacia el Parque Natural de Montserrat, también otras zonas más frondosas y de difícil acceso. La madre de Julián lo ha hecho estos días con la foto de su hijo. Los caminos están bien señalizados y pasa mucha gente, en bici o caminando. Nadie ha visto a Julián. "Es muy difícil perderse allí, es muy difícil tener un accidente. Pasa mucha gente. Si te vendan los ojos y te dejan allí, es sencillo volver", insiste Lilian Rivera.
Nueve personas se quedaron en la casa de la fiesta ilegal cuando, según su versión, Julián se marchó caminando, solo, hacia la montaña de Montserrat. Y ya no le volvieron a ver, dicen.