Llega el fin de semana y, con él, la tristeza y la desesperación por parte de todos los comercios costeros. La Costa Brava vive, principalmente, del turismo interno (catalán) y del turismo extranjero. Las restricciones constantes como consecuencia de la Covid-19, han hecho que muchos comercios decidan bajar sus persianas durante el fin de semana.Platja d'Aro, es un ejemplo. El pasado fin de semana varios comercios cerraron su comercio durante el fin de semana por la poca afluencia de visitantes locales. Este fin de semana veremos qué sucede.Ahora mismo se está cambiando una versión que hasta hace poco inundaba la boca de todo el mundo. Una queja constante por las bajadas de fin de semana por parte de la gente de Barcelona. Y ahora, se les echa de menos y reclaman que abran las restricciones de fines de semana porque si no no pueden hacer frente a los gastos que se les presenta. Una situación muy controvertida y con muchos frentes abiertos, tanto por la Covid-19 como por los comerciantes.Muchos de los vecinos de la zona costera se preguntan qué es más importante, ¿la salud o la economía? Una pregunta que desde el inicio de la pandemia inunda a todos los ciudadanos y autónomos de Cataluña. Una pregunta que no sólo muestra la cara de la Costa Brava.