El objetivo inicial de la célula yihadista de Ripoll era atentar en diferentes monumentos de Barcelona con explosivos accionados a distancia y de noche, el 20 de agosto. La Sagrada Familia y el Camp Nou figuraban en los planes de los terroristas. También la Torre Eiffel, que el conductor del atropello masivo de la Rambla, Younes Abouyaaqoub, visitó con otro de los miembros del grupo. Así lo han asegurado este miércoles dos mossos d'esquadra en el segundo día del juicio de los atentados de Barcelona y Cambrils de 2017 que acabaron con 16 personas asesinadas.
Uno de los policías tomó declaración a Mohamed Houli en el hospital después de la explosión de la casa de Alcanar (Tarragona) donde se planearon los ataques. Houli se enfrenta a 41 años de prisión por pertenecer a una organización terrorista y por fabricar explosivos. "Houli declaró que la única intención era atentar con explosivos, nada de atropellos y cuchillos. Era atentar con bombas", ha señalado. Los jóvenes también pensaron en atentar en otros lugares: la Tomatina de Buñol, la sede de la OTAN y en discotecas de Lloret de Mar y Sitges.