Los trabajadores del sector del juego de Cataluña han pedido al Síndic de Greuges que haga frente a la "discriminación a la que los ha sometido la Generalitat", y han criticado que los bingos, casinos y salas de juego son los únicos establecimientos que no se contempla que reabran en ninguna de las cuatro fases del plan de desescalada.
El portavoz de los trabajadores de este sector, Víctor Manuel Duce, ha señalado que son más de 8.000 personas en Cataluña que trabajan en los bingos, casinos y salas de juego, además de 28.000 personas que trabajan de manera indirecta.
"En nuestros locales se han establecido protocolos y las medidas van mucho más allá de las estrictamente obligatorias por ley: control de temperatura, instalación de mamparas de separación, garantía de mantenimiento de las distancias físicas y ventilación constante y renovación del aire", ha asegurado Duce en una carta a Rafel Ribó.
Los trabajadores han reivindicado en la carta que las salas de juego son "una de las pocas actividades en las que existe un control exhaustivo de las personas que acceden a los locales", hecho que facilita el control del aforo y la trazabilidad en un caso hipotético de contagio.
Han pedido que se tenga en cuenta que el sector contribuye a la Administración con más de 225 millones de euros en impuestos, y han dicho que no entienden "que el Gobierno los condene a seguir cerrados".