Los impulsores de la sucursal del Hermitage en Barcelona dan por cerrado el proyecto. La oposición del Ayuntamiento al espacio ha provocado que la sociedad Museu Hermitage Barcelona –controlada por el fondo de inversión suizo-luxemburgués Varia en un 80% y la sociedad Cultural Development en 20% restante– haya paralizado los gastos fijos que mantenía para sacar adelante el proyecto y apueste ahora por centrar los recursos en la vía judicial contra el gobierno municipal, según ha adelantado 'El País' y ha confirmado la ACN. La primera resolución que se espera es sobre las medidas cautelares, ya que la compañía ha solicitado al juzgado que anule la decisión del pleno para impedir la autorización administrativa para construir el edificio.
El Puerto de Barcelona es propietaria de los terrenos donde se tenía que levantar el edificio y, el 26 de mayo del año 2021, autorizó la construcción con la condición de que se firmara el convenio. Solo dos días después de la decisión del puerto, el gobierno municipal aprobó no tramitar el documento conjunto.
La llegada del Hermitage a la capital catalana se inició hace más de diez años y contemplaba una inversión superior a los 50 millones de euros. Preveía la construcción de un edificio blanco con líneas onduladas, diseñado por el arquitecto japonés Toyo Ito, frente al mar. El museo tenía que incorporar el fondo del Hermitage de San Petersburgo, con el cual firmó un convenio de colaboración durante 50 años.
El Liceu plantea una segunda sede en el Puerto
Después de que la alianza entre el Hermitage y el Liceu fracasara por falta de espacio del teatro, el Liceu ha continuado trabajando para encontrar un emplazamiento para abrir una segunda sede, que se dedicaría a proyectos más experimentales y contemporáneos. Precisamente, el espacio estudiado es el antiguo cine Imax Port Vell, cerrado desde 2014.
La comisión ejecutiva del teatro, donde están representadas las administraciones que lo conforman, ha avalado recientemente los estudios técnicos y económicos para constatar la viabilidad del proyecto Liceu Mar. El espacio daría cabida a la sede del Centro de Ópera de Nueva Creación, un ente que impulsaría la nueva ópera desde la composición, la dramaturgia y la dirección de escena, entre otros.
