Después de dos meses y medio de confinamiento casi absoluto o de salidas permitidas solo para pasear o hacer deporte, los barceloneses han inundado este domingo las terrazas de la ciudad para recuperar la arraigada costumbre de tomar el vermut fuera de casa y quitarse las ganas de encima. Este domingo, 31 de mayo, es el primero que vive la ciudad en la fase 1 de la desescalada, en la que abren las terrazas y, por lo tanto, uno puede ir al camarero y pedirle una tapa y un vermut, o un refresco o cualquier otra bebida, claro. A la hora del aperitivo, las terrazas de muchas zonas, sobre todo de barrios que suelen ser muy concurridos, como el de Gràcia y la Barceloneta, se han llenado de añorados consumidores del vermut. El buen tiempo ha empujado a muchos hacia el litoral, ya tocando incluso playa, en los chiringuitos que acaban de abrir y que han podido colgar el cartel de completo. En estas instalaciones, los domingueros iban incluso en bañador, aunque aún no está permitido zambullirse en el agua en la fase 1, y se han visto imágenes de reencuentros, en las que no siempre se respetaba la distancia de seguridad ni el uso de mascarillas. En muchos casos, como ocurrió el primer día de entrada en marcha de la fase 1, han tenido que esperar para poder sentarse, aunque la mayoría ha asumido ya que las colas (en el bar, en el súper o en la farmacia) son una de las principales características de la "nueva normalidad".
Los barceloneses inundan las terrazas el primer domingo de la fase 1
31 de mayo de 2020 a las 12:31h
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