El Gobierno municipal está ultimando la propuesta de transformación definitiva de la Vía Laietana. El objetivo es hacerla más amable y destinar más espacio al peatón, a la bicicleta, al verde y a la movilidad sostenible, y que contribuya a la reactivación del comercio local y del centro de la ciudad.
La reforma de esta calle emblemática de la ciudad es una prioridad que se puso en marcha el mandato pasado. El equipo de Gobierno asumió esta deuda pendiente de la ciudad y empezó a trabajar diferentes escenarios de distribución del espacio que se debatieron con el vecindario, comerciantes y entidades del entorno a lo largo de un proceso participativo y diversas sesiones y jornadas.
Fruto de aquel análisis, se planteó una propuesta que buscaba el equilibrio entre hacer crecer considerablemente las aceras y el espacio reservado para el peatón y dar más peso al transporte público y los desplazamientos en bicicleta. Así, se planteaba ampliar las aceras de 2,50 a 4,15 metros y habilitar un carril bus por banda, un carril bici central segregado de subida y un carril 30 km/h de bajada para las bicicletas y el transporte privado.
Pero a raíz de la pandemia y con el inicio del primer desconfinamiento, en mayo del año pasado el Ayuntamiento ya hizo unas primeras intervenciones tácticas en la Vía Laietana. Se ampliaron las aceras con el fin de dar más espacio a los peatones para poder moverse de forma segura y saludable y cumplir las medidas sanitarias.
No obstante, los usos reales que han dado los peatones y ciclistas a las ampliaciones tácticas de aceras han permitido sacar lecciones sobre las necesidades de movilidad existentes en la vía que ahora hay que incorporar a la transformación definitiva. Con la experiencia vivida estos últimos meses se ha observado que las bicicletas se han apropiado de las ampliaciones tácticas de las aceras, hecho que demuestra que reclaman un espacio seguro por donde desplazarse.
Por eso, el Gobierno municipal ha introducido ajustes a la propuesta de trasnformación para dar respuesta a este aprendizaje, que ha sido posible gracias al urbanismo táctico. Todo ello, manteniendo los rasgos característicos de la transformación que se han estado definiendo hasta ahora para hacer de la Vía Laietana un lugar donde sea cómodo pasear y comprar, que una mejor los barrios del Gótico y de Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera y con un espacio predominante para el peatón, el transporte público y la bicicleta.
Así, las aceras se amplían hasta 4,05 m a lo largo de toda la calle, desde la plaza de Urquinaona hasta la de Antonio López –que próximamente se separará y se convertirá en las plazas de Idrissa Diallo y de Correos–. Las anchuras actuales van de los 2,6 a los 3,5 metros, de manera que se favorecerá el paseo vertical, y también se potenciará la conectividad transversal.
Habrá una gran plaza en Antoni Maura que unirá la Catedral con el Mercado de Santa Caterina y se generarán plazas nuevas en los cruces con los principales ejes de Ciutat Vella, en los cruces con la calle de Jonqueres, que hasta ahora tenía aceras de menos de 2 m y pasará a ser de prioridad para los peatones, y en los de las plazas del Ángel y de Antonio López. En estos espacios se reforzará el arbolado y se mejorará la pavimentación y la iluminación, que será a partir de luminarias murales. También se reubicarán y se ampliarán los pasos de peatones para mejorar la conectividad de los ejes transversales de Ciutat Vella.
En cuanto a la movilidad, en sentido subida habrá un carril para buses y taxis que también podrán utilizar los vecinos y vecinas de la Vía Laietana y de la Barceloneta para garantizar la buena conexión del barrio. De este modo, no habrá tráfico privado general en dirección Urquinaona, y el recorrido alternativo será por Picasso y Lluís Companys, un trayecto que según los estudios técnicos municipales sólo supondrá entre 1 y 3 minutos más.
Como novedad, el carril bici se ubica junto a la acera, en el lateral y segregado del tráfico. En sentido bajada habrá un carril compartido para buses y bicicletas y un carril de circulación limitado a 30 km/h. Estos cambios garantizarán que la Vía Laietana sea una calle ciclable y segura.
