La epidemia empeora en Cataluña y pone en riesgo la desescalada

02 de diciembre de 2020 a las 10:30h

La decisión de pasar a la segunda fase de la apertura progresiva se tomará entre hoy y mañana apurando la observación de los datos epidemiológicos, pero ayer creció un poco la cifra que indica el ritmo de los contagios, la Rt. Y aunque sigue indicando que la infección desciende, es una clara señal de alarma porque va en sentido contrario.

Y si el descenso de la epidemia ha sido muy rápido, este cambio de dirección también ha llegado antes de lo que se esperaba.

Los indicadores que han empeorado son esta Rt, que ha pasado de 0,78 a 0,84 cuando llevaba semanas bajando, y al lado de ella el riesgo de rebrote, que en lugar de seguir disminuyendo ha crecido cinco puntos.

También preocupan los resultados de los cribados masivos que se están realizando: en algunos de los puntos escogidos para hacer pruebas masivas hay un riesgo de rebrote muy superior.

Para la consejera de Salud, Alba Vergés, estos datos forman parte de lo que se esperaba y todo seguirá su curso.

Si no pasa nada grave, el próximo lunes se pasará a la siguiente fase. En ella, los fines de semana se podría salir del municipio hacia otros de la comarca y se abrirán los centros comerciales hasta un 30% del aforo.

Y sobre todo, se pondrá en marcha el contador para pasar 15 días después, justo antes de Navidad, a la tercera fase, en la que las restricciones disminuyen mucho más.

No obstante, para la consejera de Presidencia, Meritxell Budó, este cambio en los indicadores es una clara señal de alerta. Porque como ya concretó el consejero de Interior, Miquel Sàmper, la semana pasada, si la Rt sube y se sitúa entre el 0,9 y el 1 -que indica que se contagian entre 90 y 100 personas por cada cien casos positivos- no pasará de fase, sino que se prorrogaría la actual. Pero si supera el 1, se estudiarán medidas restrictivas de nuevo.
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