Algunas empresas expertas están desarrollando una posible solución para poder mantener la distancia de seguridad este verano en las playas, y evitar el contagio del coronavirus.
Esta solución es poner cubículos de plástico transparentes, que aíslen a los bañistas en su espacio.
El proyecto aún se está estudiando, pero se trataría de poner dispositivos portátiles fabricados con hierro o aluminio y pantallas de policarbonato. Esto permitiría a los bañistas protegerse de la tos o de los estornudos de sus vecinos de playa.
Estas estructuras deberían tener unas dimensiones de 4,5 metros por cada lado y 1,5 metros de ancho.
