Los efectos de la Semana Santa ya empiezan a notarse en Cataluña, donde empeoran todos los indicadores epidemiológicos y vuelve a crecer la velocidad de propagación del virus (Rt) hasta el 0,91, mientras las UCI continúan llenándose y registran 513 ingresados, 15 más que el día anterior.
La vacunación, que debería tomar un nuevo impulso con la incorporación esta semana de Janssen, es la gran esperanza para evitar que esta cuarta ola sea al menos menos letal, ya que se estima que los sueros inyectados hasta ahora reducirán en un 60% las muertes, según los cálculos del grupo de investigación en biología computacional BIOCOMSC.
Pero el principal problema es que la cuarta ola comienza con unas UCI muy llenas y que no dejan de sumar pacientes: en 24 horas han pasado de 498 críticos a 513, superando así la barrera de los 500, a partir de la cual la desprogramación de actividad no covid puede empezar a ser generalizada en los hospitales.
Según los datos actualizados del Departamento de Salud, el número de enfermos de coronavirus hospitalizados también crece, hasta los 1.711, 82 más que el día anterior, mientras que se han notificado 20 muertes en las últimas 24 horas y se han diagnosticado unos 1.700 nuevos casos.