El Gobierno trabaja con el horizonte de que el ocio nocturno pueda recuperar este verano una cierta normalidad, con público de pie y sin distancias de seguridad. Pero esta relajación dependerá de que la transmisión comunitaria esté «bajo control» y también de que haya un porcentaje «razonable» de personas vacunadas, un umbral que el secretario general de Salud, Marc Ramentol, sitúa en el 30% de la población en junio.
Ramentol ha indicado este jueves que ve «precipitado» plantear este escenario antes, con independencia de los resultados del concierto con 5.000 personas en el Palau Sant Jordi, que se conocerán la semana que viene. Del mismo modo, Salud descarta por ahora permitir un salvoconducto cultural al confinamiento comarcal.
En el mes de marzo se cumplió un año del cierre prácticamente total de las salas de conciertos y discotecas. Algunas salas han podido reabrir tímidamente a partir de noviembre, siempre que lo hicieran con el público sentado y sin bailar. Pero el grueso espera que el Gobierno permita la entrada a las salas sin distancia social y de pie para recuperar la esencia de su actividad. Representantes de la ASACC y de salas de conciertos a título individual le han pedido si este escenario se puede plantear antes, pero Ramentol se ha reafirmado en que es necesario avanzar más en la campaña de vacunación y que, en todo caso, el Gobierno no relajará una medida como esta «en plena cuarta ola». «Las salas y las discotecas son una actividad de riesgo desde el punto de vista epidemiológico, un espacio de confluencia de burbujas diferentes donde parte de la experiencia conduce a 'bajar la guardia'», ha razonado. Sin salvoconducto cultural En la misma línea, el secretario general ha descartado por ahora «la excepción» cultural al nuevo confinamiento comarcal, tal y como solicitan asociaciones y representantes culturales de diversos ámbitos, como el teatral o el musical. Ramentol ha dicho que el Gobierno debe ser «muy prudente» porque la previsión es que a finales de mes la presión asistencial en los hospitales sea «superior a la segunda y la tercera ola». Sin embargo, el responsable de salud ha defendido que el Gobierno ha hecho una «apuesta por preservar el sector cultural», y ha comparado la situación de la vida cultural en Cataluña con la de países de nuestro entorno. Ramentol ha asegurado que la declaración de la cultura como bien esencial «tiene contenido» y para ejemplificarlo ha asegurado que sin este posicionamiento no se habría hecho una experiencia como el concierto masivo de Love of Lesbian en el Palau Sant Jordi. El concierto del Sant Jordi, un «primer paso» Sobre la prueba del concierto masivo de hace diez días en el Palau Sant Jordi, Marc Ramentol, confía en que los resultados acompañen y sirven a los promotores para «saber» si se pueden hacer festivales de verano. «Es el primer paso», ha dicho el responsable político sobre una «muy buena experiencia, necesaria». No obstante, ha recordado que «el modelo» del experimento «va mucho más allá» de los tests antígenos. «Había muchos elementos de trazabilidad complejísimos, y no sé hasta qué punto las salas pueden dotarse de un sistema así», ha recelado. En la misma línea, Ramentol ha pedido no «identificar» los tests de antígenos como la clave de bóveda para poder volver a una actividad normal (sin otras medidas de control como la mascarilla, el control de aforo y la trazabilidad del público).
Al respecto, en una mesa redonda organizada por la Asociación de Salas de Conciertos de Cataluña (ASACC), el secretario general de Salud, Marc Ramentol, ha apuntado que este escenario puede ser «plausible» a partir del verano, y no antes. Ramentol cree que «con medidas» (como la mascarilla y el control de aforo, entre otras) es posible volver a abrir en estas condiciones a partir de junio si el escenario es de un nivel de transmisión comunitaria «bajo control» y si se cumple la previsión de tener vacunada al menos un 30% de la población, la de mayor riesgo de ingreso hospitalario y en las unidades de críticos.
