El gobierno español ha decidido, conjuntamente con Portugal, suspender los vuelos procedentes del Reino Unido a partir de este martes excepto para los ciudadanos españoles o residentes en el Estado tras la aparición de una nueva cepa del coronavirus que se propaga mucho más rápidamente y que este fin de semana ya había llevado a otros países a cerrar fronteras con el archipiélago británico. Según fuentes del ejecutivo, la decisión se ha tomado tras el mecanismo de crisis de la UE que hoy ha analizado los efectos de esta nueva cepa y en el que se ha acordado pedir evitar los desplazamientos no esenciales. Paralelamente, también se reforzará la vigilancia con Gibraltar.
La medida se ha acordado después de que se haya expuesto en Bruselas por la necesidad de tomar medidas coordinadas, tal y como reclamó este fin de semana el gobierno español, según subrayan fuentes del ejecutivo de Pedro Sánchez. El presidente español se ha puesto en contacto este mediodía con el primer ministro portugués, Antonio Costa, y el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha hecho lo mismo con su homóloga lusitana, Marta Temido. Por su parte, la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, trasladará la decisión que han tomado España y Portugal al gobierno británico y a la Comisión Europea. El gobierno español recuerda, por otro lado, que los viajeros procedentes de países o zona de riesgo deben llevar una prueba PCR practicada como máximo 72 horas antes de la entrada en el Estado con el resultado negativo. Este domingo, el gobierno británico admitió que la nueva variante de la covid-19, que se contagia mucho más rápido que las anteriores, está "fuera de control". El anuncio hizo saltar las alarmas en los estados europeos, que suspendieron de inmediato las conexiones aéreas o ferroviarias. Paralelamente, Italia detectó ayer mismo el primer paciente contagiado de la nueva cepa procedente del Reino Unido.