El confinamiento está afectando la salud de los niños, sobre todo de los más pequeños. Están sufriendo una cantidad de estrés que no es normal, y se les tendrá que ayudar.
Los niños, como muchos adultos, llevan un mes y medio confinados en su casa, una situación excepcional como respuesta a la pandemia de la Covid-19. Y así, podría alargarse aún más, hasta el próximo mes de mayo.
Estos hechos afectan el movimiento, las relaciones sociales, el juego y el aprendizaje de los más pequeños.
El hecho de no poder estar en contacto con sus amigos o con sus profesores, o no poder salir a correr y a jugar, sumado a no entender qué está pasando, les genera mucha ansiedad, frustración y estrés.