Agentes de la Policía Nacional han detenido en Madrid a un individuo que, aprovechando su condición de trabajador de un banco, estafó presuntamente a sus propios clientes mediante suplantaciones de identidad, ha informado la Prefectura Superior de la Policía de Madrid este lunes en una nota de prensa.
Logró alcanzar un botín de 303.000 euros cometiendo los presuntos delitos de estafa, usurpación de identidad, revelación de secretos y falsedad documental. Los agentes están investigando a otras nueve personas más por los mismos hechos.
La investigación comenzó cuando los agentes tuvieron conocimiento de la comisión de estafas bancarias a través de la intrusión no autorizada en las cuentas corrientes de los clientes de una entidad bancaria. Concretamente, los policías detectaron que el investigado aprovechaba su condición de empleado para cometer los ilícitos, al disponer de un nivel de acceso suficiente como para modificar datos de la banca en línea de aquellos clientes que consideraba más idóneos.
Una vez dentro de la banca electrónica del cliente generaba nuevas claves de acceso para, transcurrido un tiempo prudencial y habiéndose asegurado de que estos subterfugios no habían sido detectados ni por sus víctimas ni por la entidad financiera, abría cuentas bancarias en diferentes bancos virtuales a nombre de la víctima para no levantar sospechas. Paralelamente abría otras cuentas, esta vez a nombre de terceras personas, para poder continuar realizando transferencias de los dineros estafados y ocultar su distribución y localización hasta que, finalmente, lograba reducir los saldos a cero y se apropiaba del botín.
Para conseguir la documentación de identidad necesaria para abrir las diferentes cuentas bancarias con las que dificultaba la trazabilidad del dinero, el detenido contaba con la ayuda de un trabajador de una empresa de verificación de identidades. Estas mercantiles prestan sus servicios a entidades financieras, agencias de viajes, compañías aéreas y el sector del automóvil, entre otros, verificando la identidad de los clientes que contratan sus servicios. De esta manera, conseguía de primera mano todos los datos necesarios de las personas a las que suplantaba la identidad (cuentas corrientes, créditos, tarjetas, DNI, NIE o pasaporte), así como las fotografías de los documentos de identidad. Después de analizar todos los datos obtenidos, los agentes arrestaron al presunto autor y llevaron a cabo dos registros domiciliarios donde intervinieron 41.400 euros, 18.000 yenes y 2.000 dólares USA. Además, han sido bloqueadas preventivamente 19 cuentas bancarias. Los policías han esclarecido una estafa principal sobre cuentas bancarias de una primera víctima por un importe de más de 246.000 euros, otra mediante cheques bancarios por valor de más de 41.000 euros y, finalmente, una estafa por importe de 16.000 euros cometida sobre la cuenta bancaria de una persona que llevaba 20 años muerta, y que no había sido cancelada ni reclamada por ningún familiar.