Los Mossos han detenido a un hombre que llegó a robar 31 teléfonos móviles, valorados en 35.000 euros y destinados a clientes de la oficina bancaria donde realizaba tareas de mantenimiento. Los investigadores lograron identificar al presunto autor de los hurtos, un trabajador de mantenimiento de las oficinas que, beneficiándose de las tareas asignadas y haciendo uso de una llave maestra, aprovechaba los trabajos en el interior de las oficinas para sustraer, al descuido, los terminales móviles.
La investigación se inició cuando los Mossos realizaron inspecciones administrativas a empresas de compraventa y detectaron varias compras de terminales móviles a un mismo particular. Las comprobaciones posteriores permitieron detectar que tres de estos teléfonos móviles habían sido denunciados como sustraídos por diferentes oficinas de una misma entidad bancaria del área metropolitana de Barcelona. Todos los teléfonos denunciados iban destinados a clientes de las respectivas oficinas.
La persona investigada había sustraído 31 teléfonos móviles, precintados y de gama alta, con un valor de 35.000 euros, y posteriormente, los había vendido, entre el mes de abril de 2018 y marzo de 2020 a un establecimiento de compraventa de Cornellà de Llobregat. El autor de los hechos había conseguido 18.400 euros por las diferentes ventas. Finalmente, los investigadores detuvieron el 3 de marzo al hombre como presunto autor de un delito continuado de hurto y, posteriormente, el arrestado quedó en libertad con cargos. El hombre, de nacionalidad española y 44 años es vecino de Anoia, y está investigado por un delito continuado de hurto.