Detenido en Cornellà de Llobregat un peligroso fugitivo que se escondía en Cataluña por un asesinato a un niño de 13 años, cometido en el año 2002. Sobre el arrestado pesaba una orden de detención internacional emitida por su país de origen, Ecuador, quien reclamaba su extradición por los hechos ocurridos hace dos décadas.
Gracias a los canales de cooperación policial internacional, la Policía Nacional española pudo tener constancia de la posible presencia del delincuente en tierras catalanas. Y es que las autoridades ecuatorianas habían emitido una notificación roja a la Interpol para la localización y detención del fugitivo buscado por el asesinato cometido hace prácticamente 20 años.
Una vez confirmada la vigencia de la reclamación internacional hecha por las autoridades ecuatorianas, la policía española puso en marcha una investigación. Los agentes, según ha explicado el Cuerpo Policía Nacional (CNP) en un comunicado, le dieron prioridad al asunto por «la extrema gravedad de los hechos, la peligrosidad de la persona buscada y la propensión a la evasión». En las primeras informaciones que pudieron recoger, detectaron que el fugitivo tenía familia viviendo en Cornellà de Llobregat.
Por este motivo, se desplazaron hasta esta localidad catalana y, así, poder seguir con la investigación y acabar cazando al fugitivo. Gracias a los resultados de un dispositivo de varios días, finalmente los agentes pudieron ubicar el domicilio donde se escondía. La operación concluyó con la detención del fugitivo, que se materializó en los alrededores de su residencia en Cornellà.
De este modo, la policía española pudo detener a este peligroso delincuente, que ya se encuentra a disposición del Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional a la espera de ser extraditado a Ecuador.
Los hechos por los que Ecuador reclamaba la detención y extradición del hombre se remontan al 21 de marzo de 2002, hace prácticamente 19 años, en la provincia de Guayas. Según el informe de las autoridades ecuatorianas, el fugitivo interceptó a dos menores de edad, de 11 y 13 años, a quienes acusaba de ladrones. Posteriormente, haciendo uso de un arma de fuego, disparó al niño de 11 años a la altura del parietal izquierdo. El menor, a consecuencia de las heridas provocadas por el impacto de la bala, acabó perdiendo la vida.
Ahora, una vez las autoridades españolas lo extraditen al país latinoamericano, el acusado deberá afrontar la decisión de la justicia ecuatoriana, que acumulaba dos décadas buscándolo. Finalmente, pues, podrán juzgarlo por el asesinato cometido en el año 2002 en la provincia de Guayas, en Ecuador.