El mejor consejo para cuidar tu piel desde joven es tomar mucha agua para hidratarla, hacer ejercicio y usar protector solar diario para prevenir el envejecimiento prematuro y reducir el riesgo de padecer cáncer de piel.
Para recuperar la piel sana, flexible y luminosa, limpia tu piel en profundidad con limpiadores faciales para eliminar las células muertas, mejorar la oxigenación y activar la microcirculación. No olvides además, agregar un gel limpiador con ácido hialurónico para combatir la hiperpigmentación, las líneas finas, las arrugas y reducir el tamaño de los poros. Otro ingrediente básico para después de los 30 es la crema hidratante. Esta, elimina el aspecto áspero de la piel, recupera la vitalidad, evita la acumulación de células muertas y favorece la elasticidad.
También es aconsejable recurrir a tratamientos como el píling que te ayudan a rejuvenecer la piel, mejoran la microcirculación, producen colágeno y previenen el cáncer de piel porque eliminan el daño solar. Si aún así, sientes que tu piel necesita algo más intenso, puedes probar con un tratamiento láser con luz premuda para unificar el tono, tratar las manchas solares y los enrojecimientos faciales.