Conoce la mejor técnica de relajación para niños

22 de febrero de 2021 a las 12:46h

Los niños sufren al igual que los adultos de situaciones que les estresan, particularmente porque tienen edades en las que no llegan a comprender del todo el mundo que les rodea o les desbordan situaciones que viven en el día a día. Por este motivo, es importante enseñarles a relajarse.

Esta técnica, creada especialmente para niños, consta de ejercicios que de manera sencilla, les ayuda a tranquilizarse y a tomar consciencia del mismo cuerpo y de lo que les está sucediendo. El objetivo de la misma por lo tanto, es básicamente tensar y destensar los diferentes grupos de músculos del cuerpo, que los niños sean conscientes de ellos y puedan llegar a controlar y a gestionar sus emociones.

La técnica puede ser utilizada para niños, desde edades tempranas (siempre que sean capaces de seguir órdenes) y hasta los 10 u 11 años, porque después, ya les puede resultar un poco infantil.

Antes de empezar, hay que explicar a los niños en qué consistirá el juego y cuál es su objetivo. Los ejercicios propuestos son los siguientes:

El chicle. Para los músculos de la cara. Deben imaginar que tienen un chicle enorme en la boca y que tienen que intentar morderlo, para después imaginar que ha desaparecido, y volver a empezar de nuevo. La limón. Para los músculos de manos y brazos. Imaginen que en una mano tienen un limón que tienen que estrujar lo máximo posible, para sacar todo el jugo que puedan. Cuando lleven un rato, tendrán que hacer como que lo dejan caer al suelo y repetir el proceso con la otra mano. La tortuga. Para cuello y hombros. Consiste en hacerse pasar por una tortuga que pasea tranquilamente. De repente, aparece un depredador o un peligro para ella, y tienen que esconderse dentro del caparazón, encogiéndose de hombros y bajando la cabeza. Cuando acaba el peligro, vuelven a salir. - El barro. Imaginan que pasan por un charco y al atravesarlo, se hunden en el barro que hay en él. Tienen que sentir el peso de sus pies hundidos y ejercer fuerza con pies y piernas para intentar salir. Aquí son las extremidades inferiores las que se trabajarán. - La Mosca.  Existe una mosca pesada revoloteando que acaba poniéndose en la nariz. Tienen que tratar de sacarla, sin utilizar las manos. Para hacerlo, tienen que arrugar la nariz, cerrar y abrir los ojos, arrugar la boca, abrirla y cerrarla. Más tarde la mosca se va y pueden relajar los músculos, pero más tarde, vuelve y tenemos que empezar el ejercicio de nuevo. Este ejercicio es para los músculos de la cara. El gato perezoso. Se trata de ser un gato y empezar a estirarse después de una plácida y larga siesta. Primero las patas delanteras, después las posteriores... El elefante. Estirados en el suelo boca arriba, simulan ver cómo se acerca un elefante que no les ve y les pisará. La única manera de salvarse, es apretar el estómago para endurecerlo, y así soportar el peso del animal. Cuando pasa de largo, vuelven a distender el estómago y a relajarse. Pero al rato, vuelve a pasar otro elefante que seguía al primero. Para practicar con los músculos del estómago, también puede utilizarse el ejercicio de la valla, que consiste en pasar entre medio de una valla con pinchos. Para conseguirlo, tendrán que apretar el estómago para hacerse más delgados y entrar por el agujero.

Aprendiendo esta técnica de relajación conseguirán: - Ganar confianza - Aumentar la memoria - Canalizar la energía - Vencer la timidez - Mejorar la calidad del sueño - O disminuir los ataques de pánico, entre otros.

Una vez se realizan varias series de cada ejercicio, podemos concluir la sesión con ejercicios de respiración y estiramientos, ayudándonos de música relajante y en la que traten de visualizar paisajes que les relaje y que les dé seguridad.