ClubHouse es una red social en la que se comparte audio en tiempo real por parte de cada usuario en lo que se conoce como "rooms" o "salas". Cada room tiene uno o varios moderadores que gestionan cómo funciona cada una de ellas y que dan paso a otros usuarios que quieran participar de la conversación. Cualquier usuario puede crear rooms al instante o poner fecha definiendo un título y una descripción sobre el tema de la sala.
Más allá de las salas, también hay "grupos". Estos sirven para identificar temáticas particulares como marketing o política, entre otros, e incluso, para comunidades. Universidades, empresas y entusiastas de diversas áreas ya tienen creados varios grupos a los que cualquier miembro puede invitar a otros usuarios.
¿Hay que pagar para utilizar ClubHouse?
No, es totalmente gratuito. Los creadores de la app han anunciado que introducirán (posiblemente a finales de marzo de 2021), funcionalidades que permitan monetizar contenido, quizás siguiendo el modelo que otras plataformas como Patreon o Twitch ya emplean y que Twitter anunció que introduciría también con los "Super Followers". Consiste en el pago de suscripciones para acceder a contenido exclusivo.
Efecto FOMO Una de las razones por las cuales la plataforma ha causado tanto deseo e intriga es porque, actualmente, solo está disponible para dispositivos Apple (iPhone y iPad).
Paul Davison y Rohan Seth, los fundadores de la empresa que hay detrás de ClubHouse (Alpha Exploration Co., Inc.), han explicado en más de una ocasión que esto no responde a una estrategia de marketing, sino a la disponibilidad de recursos para desarrollar ambas aplicaciones móviles. Al fin y al cabo, se trata de una startup y hay que tener en cuenta que iOS representa más del 50% del mercado de smartphones en EE. UU.
¿Por qué ha tenido tanto éxito?
A ClubHouse, como a otras redes sociales en sus inicios, le faltan algunas funcionalidades que son commodities en las plataformas de hoy en día como la mensajería instantánea, las stories, las imágenes, los vídeos, etc. Tampoco dispone de un timeline algorítmico, grandes influencers basados solo en el número de seguidores y, básicamente, del escenario para el "postureo" que sí se encuentra en muchas otras. La primera impresión que uno se lleva cuando entra en una sala en ClubHouse es que existe un ambiente de colaboración que se ha perdido en otros espacios como Twitter.
"Lo que vales es lo que aportas", se suele oír en varias salas en las que los usuarios comentan lo agradable que resulta pasar horas (sí, horas).
Grandes temas, grandes salas, grandes ponentes En los últimos meses, apariciones de personalidades importantes como Elon Musk o Mark Zuckerberg han permitido resaltar una de las mejores aportaciones de ClubHouse: la sensación de proximidad.
En la aplicación es posible encontrar salas con expertos o fanáticos de casi cualquier tema compartiendo sus opiniones, experiencias o, incluso, ofreciendo ayuda a otros usuarios de forma totalmente desinteresada. Personalmente, he tenido la suerte de encontrarme y conectar con un grupo de profesionales del marketing digital con los que hacemos salas de lunes a viernes para ayudar a todo el que quiere utilizar Facebook Ads para sus negocios, agencias o empresas. Debo decir que la experiencia ha sido increíble, ya que he podido compartir con personas extraordinarias y ayudar a otros que después agradecen de manera efusiva tu apoyo, sobre todo los que son emprendedores o los que, debido a la covid-19, han tenido que ajustar sus presupuestos de marketing.
Lejos de devaluar el valor del trabajo de los profesionales, este tipo de plataformas e iniciativas permite hacer lucir la importancia y lo vital que es no dar por hecha la preparación y experiencia de especialistas de diversas áreas.
¿Qué presenta el futuro de ClubHouse?Hacer cualquier predicción ahora mismo sobre el futuro de la plataforma es muy arriesgado. Por un lado, aún no se ha presentado ni validado un modelo de negocio sostenible que garantice un crecimiento en el tiempo. Hasta ahora, la empresa ha contado con fondos que provenían de dos rondas de Series A y una Serie B y, por lo tanto, aún hay que testear muchos aspectos.
Si retrocedemos en el tiempo, hacia el nacimiento de las primeras plataformas sociales de live streaming, podríamos encontrar alguna similitud entre lo que vivimos hoy con lo que representaron Periscope y Meerkat. Ambas apps pretendían convertirse en "the next big thing" en cuanto a las transmisiones en directo entre 2014 y 2015. Meerkat perdió esta batalla después de que Twitter adquiriera Periscope.
