La mejora sostenida de la situación epidemiológica, que aún no se ha trasladado al ámbito asistencial, motivará la relajación de algunas de las restricciones contra la pandemia en Cataluña.
Al anunciada reapertura, con condiciones, de terrazas a partir del próximo lunes, el Gobierno podría añadir otras medidas destinadas a la recuperación de actividades económicas. Pero será un proceso lento, marcado por la prudencia y la evolución de los datos sanitarios. Aunque no ha difundido detalles, a la espera de consensuar las decisiones con los gremios afectados, el Gobierno proyecta un plan de desescalada a partir del día 23 en tres o cuatro tramos de 15 días de duración, de manera que algunas de las actuales restricciones habrán quedado suprimidas durante las fiestas navideñas.
"Poco a poco iremos abriendo todas las actividades que podamos, pero no debemos volcarnos todos con el fin de evitar un nuevo retroceso", razonó Alba Vergés. Según la consejera de Sanidad, Cataluña está en el buen camino y necesita consolidar esta tendencia antes de levantar prohibiciones.
La última evaluación diaria registra unos datos epidemiológicos similares a los de hace tres semanas, antes de la aplicación del confinamiento nocturno y la restricción de la movilidad durante los fines de semana. Cataluña contabilizó 1.100 nuevas infecciones por coronavirus y nuevos descensos tanto del riesgo de rebrote (438) como del índice de contagio (0,78).