Las fiestas de la Mercè de 2021 quedarán como una fecha para el recuerdo. Y no precisamente por sus actividades o el incremento de la presencialidad después de un 2020 totalmente marcado por la pandemia, sino por los robos, agresiones, incendios, destrozos e ingentes cantidades de alcohol consumidas en tres macrobotellones con un resultado devastador para Barcelona.
La capital catalana ha vivido unos días de profundo caos. Olas de violencia gratuita han sacudido las calles al llegar la madrugada.
Los sucesos han sido tantos, y tan salvajes, que las anormales aglomeraciones que se han vivido con la actual situación sanitaria han parecido quedar en un segundo plano.
Por extraño que pueda parecer, el macrobotellón que reunió a 15.000 personas durante la noche del jueves al viernes supuso la jornada más pacífica de las tres en la capital catalana.
Esta cantidad de jóvenes, que prácticamente suponen el aforo completo del Palau Sant Jordi, se concentraron en la avenida de la Reina Maria Cristina para organizar la primera gran fiesta callejera de la Mercè.