La esperada reforma del puente de la calle de Santander comenzará el próximo septiembre. El Gobierno municipal está sacando adelante los trámites para renovar el puente con el objetivo de acercar los barrios de la Verneda i la Pau y el Bon Pastor, hacer el espacio público más accesible e inclusivo y permitir los desplazamientos a pie y en bicicleta a través de esta infraestructura.
Esta actuación es una deuda histórica que la ciudad tiene con los vecinos y vecinas de la propia calle de Santander y de los alrededores. A día de hoy, el puente sólo admite el paso de vehículos y la pasarela adyacente no es accesible para personas con movilidad reducida. Con las obras, lo que hasta ahora ha sido un muro entre los distritos de Sant Andreu y Sant Martí pasará a ser un nuevo puente accesible, seguro y permeable que promoverá el ir a pie y en bicicleta y hará de rótula entre barrios.
El nuevo puente de Santander tendrá aceras de entre 3,3 y 4,5 metros –la anchura variará según el ámbito–, un carril bici unidireccional a cada lado, un nuevo paso de peatones y un carril de circulación por sentido. Para poder ubicar estos elementos se construirán unas pasarelas adyacentes al puente actual y se conseguirán espacios más generosos. Además, se reducirá sensiblemente la pendiente actual de la calle para hacerlo accesible, con una pendiente máxima del 6%. Y se plantarán unas cincuenta árboles nuevos y parterres en todo el ámbito de actuación, se renovará la red de alumbrado y semáforos, la red de riego y los servicios y se instalarán puntos wifi. El proyecto contará con un presupuesto de 9,92 millones de euros. Ya ha sido aprobado inicialmente por la Comisión de Gobierno, ahora se licitará y se prevé que las obras comiencen en septiembre y terminen al cabo de unos 17 meses. La rehabilitación del puente se enmarca en el modelo de ciudad que se está desarrollando a través del plan Superilla Barcelona, que incluye actuaciones para recoser los barrios históricamente alejados por barreras y cicatrices urbanas. Se suma a otras intervenciones importantes en Sant Martí y Sant Andreu como la transformación de la avenida Meridiana. Además, contribuirá a abrir la ciudad al Besòs, otro objetivo y compromiso firme del Gobierno municipal, y a revitalizar urbanísticamente la zona de polígonos de este entorno. Precisamente, en la misma zona del puente de Santander se ubica el Polígono de Montsolís, que se está trabajando en la reactivación y transformación del polígono tanto a nivel urbanístico como de las actividades que se concentran. Una iniciativa ciudadana que llegó al plenario Esta reforma se ha sacado adelante también gracias a la movilización vecinal. El Plenario del Consejo Municipal aprobó por unanimidad en diciembre de 2019 una propuesta de iniciativa ciudadana para que el Gobierno municipal comenzara los trámites para el proyecto de construcción del puente. La iniciativa se pudo presentar gracias a las 4.458 firmas válidas que se habían recogido para pedir su rehabilitación, siguiendo lo que establece el Reglamento de participación ciudadana. Se impulsó a través de la comisión promotora, formada por la Asociación de Vecinos y Vecinas Sant Martí de Provençals, la Asociación de Vecinos y Vecinas Trajana, la Asociación de Vecinos La Palmera Centro, AVV La Pau y la AVV Verneda Alta. Y dos de los promotores la defendieron ante los concejales y concejalas.