Barcelona pone en marcha el Proyecto Alimenta para promover el derecho a una alimentación digna, sostenible y saludable

27 de julio de 2021 a las 10:52h

El Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha este mes de julio el Proyecto Alimenta, una iniciativa pionera que pretende promover la garantía del derecho a la alimentación y, a la vez, empoderar y potenciar la autonomía de personas incidiendo en su inclusión comunitaria y laboral. La novedad, en este caso, es que la base del proyecto pasa por la promoción de una alimentación saludable y sostenible, siguiendo criterios de proximidad, de temporada y de respeto al medio ambiente. La iniciativa forma parte de la Medida de Gobierno de Innovación Social que se aprobó el pasado mes de febrero y entronca igualmente con la designación de Barcelona como Capital Mundial de la Alimentación Sostenible este 2021.

Además, se inspira en los principios del Acuerdo Ciudadano por una Barcelona Inclusiva, concretamente los impulsados por la Red por el derecho a una alimentación adecuada en Barcelona (XDAA), dado que será un proyecto compartido con diferentes entidades sociales de la ciudad en favor del trabajo en red y de un sistema de gobernanza compartido. El Proyecto Alimenta ha arrancado este mes de julio con la apertura de dos cocinas comunitarias que hacen de catalizador del proyecto, mientras que en el mes de octubre próximo está previsto que abran dos más. Estas acciones se enmarcan dentro de uno de los ejes del proyecto llamado Espacios Alimenta y los 4 primeros espacios serán los siguientes:

    • Espacio Alimenta Jovent. Gestionado por la Fundación Privada Jovent contará con dos espacios diferenciados y dará servicio a los barrios del Carmel, la Teixonera y la Vall d'Hebron.
    • Espacio Alimenta Gregal. Gestionado por el Comedor Solidario Gregal, está funcionando actualmente en un espacio alternativo mientras duren las obras de adecuación de su espacio habitual y dará servicio al barrio del Besòs y el Maresme.
    • Espacio Alimenta Roure. Empezará a funcionar en octubre, gestionado por la Fundación Roure, y dará cobertura al vecindario del Gòtic y el Casc Antic.
    • Espacio Alimenta Norai. Gestionado por la cooperativa Impulsem, abrirá puertas igualmente en el mes de octubre próximo y atenderá a personas del barrio del Raval.

La previsión inicial del Ayuntamiento es que cada uno de estos espacios atiendan a unas 25 personas, con una inversión inicial de unos 275.000. Los Espacios Alimenta, a pesar de tener elementos comunes como son la dinamización y el empoderamiento de las personas que participen, sí que cuentan con las especificidades de cada territorio y de cada entidad. Así, por ejemplo, el Espacio Jovent utilizará una parte de las instalaciones de un centro cívico que es propiedad de la Generalitat de Catalunya, el Espacio Gregal tendrá unos nuevos espacios que se están remodelando gracias a la financiación aportada por el Plan de Barrios, el Espacio Roure utilizará la despensa que ya complementa la alimentación de algunas familias y el Espacio Norai prevé utilizar la cocina y el comedor del restaurante que hay en el Museo Marítimo. Todo ello con la voluntad añadida de mejorar la prescripción de recursos alimentarios desde los centros de servicios sociales de la ciudad. En 2020, y como consecuencia de la crisis socioeconómica derivada de la irrupción de la Covid-19, el Ayuntamiento de Barcelona multiplicó de forma considerable los dispositivos de provisión de alimentos en relación al año anterior, hasta llegar casi a las 50.000 personas. A modo de ejemplo, el consistorio distribuyó más de 28.000 ayudas por valor de 6,46 millones de euros frente a las 7.700 ayudas y 1,26 millones de euros del año anterior, mientras que se entregaron más de 557.000 comidas a través de los comedores sociales a unas 17.500 personas (+16%).

Además, se distribuyeron más de 430.000 comidas a través de los dispositivos extraordinarios puestos en marcha por la Covid-19 y se sirvieron 1,2 millones de comidas a domicilio o en compañía. Cabe decir que en estos momentos las ayudas de emergencia de alimentación triplican las que daban los servicios sociales municipales antes de la pandemia. El Proyecto Alimenta, por tanto, trabajará igualmente para mejorar la eficiencia y la equidad en los procedimientos de prescripción y los criterios de entrada y salida a los recursos actuales, así como para garantizar la trazabilidad y el seguimiento de los casos. Sin dejar de lado toda esta mejora en la atención, el Proyecto Alimenta quiere ir más allá y promover un nuevo modelo de atención social en la ciudad que, garantizando en todo momento la accesibilidad a la alimentación, promueva también acciones que desestigmaticen situaciones de pobreza económica o habitacionales (como por ejemplo vivir de alquiler en una habitación sin derecho a cocina), tanto de la mano de las entidades sociales como del tejido empresarial y que luche contra el despilfarro alimentario y favorezca el consumo de proximidad. Quiere superar el tradicional enfoque asistencialista por otro que fomente la autonomía personal y la autoorganización en la adquisición de alimentos (como por ejemplo la compra colectiva) y en el uso de los Espacios Alimenta para cocinar, comer, cultivarse o educarse, relacionarse y establecer vínculos sociales u orientarse en el ámbito laboral. El Proyecto Alimenta actuará también de forma transversal con el objetivo de garantizar el derecho a una alimentación sostenible a todas las personas. Se trata de una alimentación buena para la salud de las personas, para el planeta y para la dinamización económica del territorio. Una alimentación basada en productos de proximidad, ecológicos, frescos y de temporada, que vinculen a las personas consumidoras con aquellas que producen alimentos sanos y sostenibles. Así, incluirá acciones relevantes impulsadas por la Capital Mundial de la Alimentación Sostenible Barcelona 2021.