Barcelona contará este verano con más de 160 refugios climáticos para hacer frente al calor

30 de junio de 2021 a las 10:25h

Barcelona dobla este verano el número de refugios climáticos en la ciudad y amplía la disponibilidad durante toda la fase preventiva del Plan Calor desde el 15 de junio hasta el 15 de septiembre en diferentes horarios, de mañana, tarde o todo el día. Estos espacios cumplen las siguientes características:

    • Proporcionan confort térmico a la población, mientras mantienen otros usos habituales.
    • Están dirigidos especialmente a las personas vulnerables al calor (bebés, personas mayores, personas con enfermedades crónicas, etc), siempre y cuando no requieran atención médica.
    • Pueden ser interiores (temperatura de 26 grados) o exteriores (parques y jardines con presencia elevada de verde urbano y fuentes de agua).
    • Tienen buena accesibilidad y proporcionan áreas de descanso.

Esta ampliación de espacios y disponibilidad ha permitido garantizar que el 37,5% de población tenga un refugio climático a 5 minutos a pie desde casa como máximo (en 2020 era el 20%) y que el 87,6% a un máximo de 10 minutos (en 2020 era el 60,1%). Barcelona, por tanto, consolida este año los refugios climáticos durante el verano, uno de los proyectos incluidos en el programa piloto Inclusive climate action del C40 Cities, en el que diferentes ciudades pioneras trabajan por la justicia climática y para garantizar una recuperación verde y equitativa. Barcelona centra su acción en reducir la pobreza energética y mejorar el confort térmico a las personas con más vulnerabilidad ante la emergencia climática. Los 162 espacios se distribuyen de la siguiente manera en toda la ciudad:

    • 46 parques y jardines
    • 40 bibliotecas
    • 34 equipamientos de proximidad
    • 19 complejos deportivos
    • 11 escuelas
    • 9 museos
    • 2 equipamientos ambientales
    • Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona (CUESB)

Todos estos espacios están debidamente señalizados para que sean identificables por parte de la ciudadanía y se mantendrán integrados en este dispositivo especial de verano mientras esté operativa la fase preventiva por ola de calor hasta el 15 de septiembre.

Este año se han añadido a la red de espacios las 11 escuelas refugio climático que se transformaron el verano pasado. Son las primeras 11 escuelas refugio climático en funcionamiento en la ciudad donde se hicieron actuaciones centradas en mejorar el confort térmico del patio, con más presencia de agua, aumento del verde, árboles y zonas de sombra verdes o bien cubiertas, entre otros. Estos refugios climáticos se enmarcan en la estrategia global de mejora de los equipamientos escolares para mitigar los impactos del cambio climático, de acuerdo con la Declaración de Emergencia Climática de Barcelona. La red de escuelas refugio climático se ampliará de cara al año que viene y durante este verano se iniciarán actuaciones en 9 centros educativos más. Las 9 nuevas escuelas ya están trabajando los proyectos ejecutivos de las obras de adecuación y las actuaciones que se realizan en el marco del programa Transformemos los patios en más naturalizados, coeducativos y comunitarios, que impulsa el Ayuntamiento de Barcelona a través del Consorcio de Educación de Barcelona y con colaboración de la Asociación de Maestros Rosa Sensat.

Las nuevas escuelas refugio climático son:

    • Escuela Parc de la Ciutadella (Ciutat Vella)
    • Escuela Auró (Eixample)
    • Escuela Ramon Llull (Eixample)
    • Escuela Francesc Macià (Sants-Montjuïc)
    • Escuela Tàber (Sarrià – Sant Gervasi)
    • Escuela de les Aigües (Horta-Guinardó)
    • Escuela Palma de Mallorca (Nou Barris)
    • Escuela l'Estel (Sant Andreu)
    • Escuela Bogatell (Sant Martí)

Servicios activados para proteger a las personas del calor Durante estos tres meses, más allá de la activación de la Red de espacios de refugio climático, los diferentes servicios sociales municipales incorporan sistemas de alerta temprana y protocolos de comunicación específicos para tratar de dar respuesta a las situaciones de vulnerabilidad sobrevenida que se puedan producir a causa del calor excesivo. Así pues, por ejemplo, el Servicio de Teleasistencia Municipal efectúa llamadas informativas a las 90.000 personas usuarias para ofrecer consejos y medidas de prevención, de forma más intensiva a aquellas que presentan una vulnerabilidad mayor. En caso de que se declare una ola de calor, el mismo servicio activa un mensaje de voz que reciben automáticamente todas las personas usuarias Esta tarea informativa preventiva también se desarrolla mediante las 4.000 profesionales y del Servicio de Atención a Domicilio (SAD) a las cerca de 22.000 personas usuarias que cuenta el servicio, y adicionalmente a las 1.500 viviendas con servicios para personas mayores y apartamentos tutelados. Estos equipamientos cuentan durante el verano con salas comunes que dejan operativas durante el verano para que funcionen con aire acondicionado durante 24 horas al día y actúen como refugio climático.

Además, el Ayuntamiento de Barcelona tiene en los Puntos de Asesoramiento Energético (PAE) el servicio para asesorar en materia de defensa de los derechos energéticos ante cualquier aviso de corte a familias en situación de vulnerabilidad, así como de recomendaciones y consejos para optimizar el consumo energético. El servicio es accesible también durante todo el verano, a través del teléfono 93.000.80.54, donde incorpora información específica sobre los efectos del calor, cómo combatirla en el exterior y en el hogar, cuáles son los hábitos adecuados en las horas del día en que las temperaturas son más altas y cómo hacer un uso correcto de los sistemas de ventilación y refrigeración. Desde su creación en 2017, los PAE han atendido ya cerca de 100.000 personas, con un crecimiento sostenido año a año que acredita la necesidad de su existencia, consiguiendo ahorrar más de 80.000 euros en las facturas de vecinos y vecinas durante 2020 y más de 350.000 euros desde 2017.

Desde que en 2007 se puso en marcha por primera vez en la ciudad de Barcelona el protocolo para prevenir los efectos de las olas de calor sobre la salud, la operativa ha ido incorporando mejoras año tras año, en un intento por limitar al máximo las 150 personas muertas al año que se estima que se producen en la ciudad por razones atribuibles al calor extremo. El calor excesivo y sostenido en el tiempo conlleva un aumento de la mortalidad y la morbilidad, especialmente entre los grupos más vulnerables como son las personas mayores, los bebés, las personas con patologías crónicas o bien las personas con diversidad funcional que tienen limitada la movilidad y el autocuidado. Lógicamente, ante un escenario con mayor número de olas de calor y temperaturas medias más altas, los riesgos incrementan y las cifras globales de mortalidad podrían sufrir una variación al alza. En cualquier caso, los protocolos de prevención contemplan diferentes niveles de peligro en función de las temperaturas. La Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) hace el seguimiento de los casos de golpe de calor que se puedan producir, mientras que el Centro de Urgencias y Emergencias Sociales (CUESB) es quien actúa como referente en caso de que la subida de las temperaturas obligue a elevar la fase preventiva actual hasta una fase de alerta o de emergencia, que es la situación de máximo riesgo para las personas. En este escenario de más riesgo, que se activa cuando las temperaturas previstas se elevan por encima de los 33,4 grados centígrados durante tres días consecutivos, el CUESB prevé no sólo realizar traslados de personas vulnerables hasta refugios climáticos en caso de que sea necesario, sino también un operativo específico en la vía pública para repartir agua a las personas, ofrecer información e incluso alertar en caso de que sea necesario los servicios de emergencias médicas ante las situaciones más extremas que se puedan producir.

A causa de los efectos derivados de la crisis climática, se prevé que cada vez haya más frecuencia e intensidad de las olas de calor. Actualmente hay una ola de calor cada 4 años de media, pero la previsión es que los próximos años esta frecuencia se multiplique por 8 en el mejor escenario y hasta 16 en el peor.

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