Un ilicitano de 64 años muere de un infarto cerebral ocho días después de recibir la vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus. La familia de la víctima atribuye que las complicaciones han podido estar relacionadas con la inoculación de la dosis aunque exponen que los médicos le aseguraron que la vacunación no supondría riesgos, pese a la patología que arrastraba Joan Carles, una enfermedad pulmonar inflamatoria crónica conocida como EPOC .
Dos días después de que le suministraran la dosis sufrió una aneurisma, enfermedad cerebrovascular que favorece las trombosis y que pueden derivar en una embolia cerebral.
Tal y como relata su entorno, este usuario acudió a vacunarse el pasado 6 de abril al polideportivo del Toscar de Elche pasadas las 17 horas. Según explica su hija, Jimena Martínez, su padre llamó varias veces a su centro de salud para que le explicaran si había contraindicaciones y le indicaron que en el punto de vacunación el personal le explicaría. Según relata esta familiar, no apreciaron que hubiera problemas para la inyección.
Aquella misma madrugada, su padre se levantó de madrugada con fuertes dolores de cabeza y tomó Paracetamol como le habían recomendado, asegura. Al día siguiente, miércoles, empezó a notar de manera intermitente diversos pinchazos en varias partes del cuerpo como el pulmón, el corazón, los riñones o la cabeza, aunque tal y como relata el familiar los dolores cesaron.
Un día más tarde, jueves, cuando fue a trabajar, en una empresa local de electromecánica, se desmayó y acabó vomitando, explica su hija. Entonces los compañeros de trabajo avisaron a emergencias y un SAMU lo desplazó a Urgencias del Hospital General de Elche, y se encontraba consciente.
El viernes 9 de abril fue trasladado a la UCI del Hospital General de Alicante para realizarle más pruebas específicas y controlar la coagulación de la sangre. Aunque parecía estabilizarse al mañana siguiente la medicación que le estaban suministrando no hacía efecto. Les comunicaron que habían aparecido algunos trombos en la cabeza, según relata el entorno familiar.
Su estado era tan crítico que no se autorizó otra intervención y tres días más tarde murió por muerte encefálica, tal y como explica El Periódico.
