Este 8 de marzo celebramos el día de la mujer, un día de lucha y reivindicación por la igualdad y la participación de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad.
Es cierto que cada día la mujer está más presente en lugares de responsabilidad, pero aún queda mucho por recorrer, por ejemplo en materia de salarios, representación política, conciliación con la vida familiar-laboral o violencia de género. Esto sin contar las discriminaciones que aún hoy en día sufren en muchos países del tercer mundo, en los que aún las mujeres no tienen derecho al voto, a la educación o al acceso al trabajo entre muchos otros.
Desde 1975 se celebra este día, un acto que fue promulgado por la ONU y en el que se utiliza el color morado como símbolo de la lucha feminista. La elección del color viene de 1908, cuando ya las sufragistas inglesas ya lo utilizaron en sus reivindicaciones.
El origen de la fecha elegida (8 de marzo), no es muy claro, pero la versión más creíble es que fue un día como este, del año 1857, cuando unas trabajadoras del sector textil, llamadas las "Garment Workers" organizaron la primera huelga para solicitar salarios más dignos y condiciones de trabajo más humanas.
Fueron detenidas por la policía enseguida, pero fue un punto de partida para las posteriores luchas y manifestaciones.
El 8 de marzo también la OIT (Organización Internacional del Trabajo) celebra una mesa redonda como parte de su compromiso para la igualdad de la mujer en el trabajo y las mejoras de sus condiciones laborales.