36 perros y gatos de Cataluña se llaman Covid

12 de noviembre de 2020 a las 11:09h

El nombre, sin duda, ayuda, porque no es macho ni es hembra. Quizás este hecho haya influido un poco a la hora de convertirse en tendencia y moda, aunque sea aún en cifras residuales. El caso es que a día de hoy 27 perros y 9 gatos de los casi millón y medio de individuos censados en el Archivo de Identificación de Animales de Compañía de Cataluña, llevan el nombre de COVID.

No es el dato más significativo de este segundo estudio que ha elaborado el Consejo de Colegios Veterinarios y que recoge el total de animales censados en el país desde el año 2010 y hasta septiembre de 2020, pero quizás sí es la más simpática.

Los nombres más comunes para perro son Luna (32.558), Kira (20.962) y Nina (12.620). Para los gatos coinciden Luna (3224), Nina (2.619) y aparece también el de Lola (1.695). Otras designaciones populares son las de Linda, Rocky o Max para los perros y las de Coco, Simba o Kitty para los felinos. Las estadísticas nos dicen que a menudo los nombres no se corresponden con los géneros. Sea como sea, COVID, que es neutro, facilita sin ningún tipo de duda la extensión sin discriminaciones.

Aparte de las denominaciones, el estudio detalla porcentajes de las razas más comunes (Mestizo y Yorkshire para perros o Europeo y Persa para los gatos), de la tasa de recuperación de animales perdidos, unos 3.500 por año, y también de la tendencia en la identificación.

Y aquí, los gatos están aún muy mal representados, hecho por el cual el informe se ha enmarcado en una campaña más amplia de concienciación de la necesidad de identificación de los felinos, que hoy por hoy significan sólo un 13,8% (197.877) del total de los 1.432.157 animales que figuran en el archivo. Los perros, por su parte, representan un 85,38% (1.222.800) y los hurones un 0,36% (5.241). El resto de animales que se recogen, 6.239, corresponden a especies como tortugas, aves o conejos.

El Archivo de Identificación de Animales de Compañía se creó de manera pionera en Cataluña en 1987, y sirvió de ejemplo para otras comunidades del estado español y también para otros países del continente. Se trata de una base de datos complementaria al Registro General de Animales de Compañía que gestiona la Generalitat. En este caso ofrece la ventaja de la rapidez en la identificación, la detección y el retorno del animal.

Funciona a través de un microchip, que consiste en una pequeña cápsula de cristal de unos 11 milímetros de largo que contiene un código informático con los datos de la especie, fecha de nacimiento, nombre y teléfono de contacto del propietario. A pesar de que la identificación sea obligatoria en Cataluña según la Ley de Protección de los Animales (Decreto Legislativo 2/2008) se calcula que actualmente sólo un 30% de los animales de compañía están debidamente censados y registrados.

La tendencia al alza hasta 2016 en este sentido se ha visto ligeramente frenada y ha entrado en un período de estancamiento en los últimos años, lo que dificulta el retorno de un animal perdido o abandonado al propietario. Y claro, en este segundo caso, también la consecuente depuración de responsabilidades del infractor.

Sobre el autor
C CIUTAT
Redacció
Ver biografía
Lo más leído