La Concejalía de Infancia, Juventud, Personas Mayores y Personas con Discapacidad del Ayuntamiento de Barcelona y Blanquerna-URL, a través del Grupo de investigación PSITIC de la Facultad de Psicología, Ciencias de la Educación y el Deporte, han firmado un convenio para la realización del proyecto 'Sèn10r-tic', que tiene la finalidad de reducir la brecha digital de las personas mayores y conseguir un envejecimiento activo, y a la vez empoderarlas y capacitarlas digitalmente ante los usos y las aplicaciones más habituales en dispositivos móviles.
Para el concejal de Infancia, Juventud, Personas Mayores y Personas con Discapacidad, Joan Ramon Riera, "la tecnología cambia y por lo tanto también deben cambiar las formas para capacitarse en el uso de las tecnologías". "Es necesario diseñar modelos de formación que trabajen con los nuevos dispositivos y superar el bello modelo del aula de informática. La lucha contra la exclusión digital es clave para el empoderamiento de la ciudadanía. Las posibilidades que ofrece la tecnología las debemos hacer llegar a todo el mundo. No puede ser que la tecnología sea una divisoria de exclusión", ha añadido.
El investigador responsable del proyecto, Miquel Àngel Prats, ha señalado que ahora es el mejor momento para invertir esfuerzos y trabajar duro con los colectivos en riesgo de exclusión digital. Y, en especial, ha subrayado que se quiere poner énfasis en las personas mayores que han sufrido mucho en esta pandemia. En este sentido, ha remarcado que el proyecto quiere capacitar y aumentar las competencias digitales de las personas mayores con los usos de los móviles y las tabletas. "Además, el proyecto quiere hacer emerger talento oculto en los centros cívicos. Estamos más que seguros de que tenemos personas mayores muy hábiles digitalmente hablando que pueden ayudar y acompañar al resto de participantes en el proyecto. Todo un reto por delante", ha agregado.
Un nuevo modelo de formación en competencias
Este proyecto permitirá definir un modelo de formación en competencias digitales para las personas mayores en diferentes centros sociocomunitarios. El 'Sèn10r-tic' se realizará a lo largo de 2022 y el Ayuntamiento de Barcelona financia un 50% del coste, una ayuda que debe servir para sufragar los gastos de las actividades del proyecto, que en total asciende a 39.600 euros.
El proyecto constará de una serie de etapas y fases y contará con un diagnóstico inicial y un análisis de necesidades, así como una selección de las mejores actividades para aumentar las competencias digitales en personas mayores, poniendo especial énfasis en aquellas que tienen que ver con dispositivos móviles. El proyecto también contempla la organización de una jornada de estrategias y recursos para empoderar a los diferentes dinamizadores de los centros sociocomunitarios y la creación de una comunidad de personas mayores que lideren la actividad de formación digital en el marco del programa.
Proyecto en dos fases
En concreto, el proyecto quiere desarrollar un modelo formativo en competencias digitales, que pasará por un cuestionario de usos y hábitos tecnológicos domésticos; jornadas matinales en los diez distritos de la ciudad donde se realizarán entrevistas a personas clave y dinamizadores sociocomunitarios, grupos para detectar fortalezas y debilidades, y un hackatón con las personas dinamizadoras para crear y compartir nuevas actividades.
Después, habrá una segunda fase de vaciado y análisis de los resultados del cuestionario y de los grupos de cada uno de los distritos; la elaboración de una radiografía de fortalezas y debilidades del proyecto, y el vaciado de las principales propuestas. Todas estas darán lugar a la redacción de un informe y a una presentación de resultados, que culminará en una jornada de presentación con las conclusiones del proyecto.
El rápido avance de las tecnologías digitales y su creciente integración en la vida cotidiana está cambiando la forma de vivir, de relacionarse, de trabajar y de aprender. Así, a lo largo de las últimas tres décadas, y de manera más acentuada en los últimos quince años, se ha ido configurando la competencia digital de la ciudadanía. Aparte, la actual crisis sanitaria de la covid-19 ha puesto en evidencia la urgente necesidad formativa de la ciudadanía en general y de las personas mayores en particular y ha hecho emerger los grandes déficits en este sentido. El proyecto parte de la base de que está demostrado que las personas mayores conectadas son más activas mentalmente y que el uso de las tecnologías digitales les aportan beneficios como una mejor calidad de vida, más actividad, autonomía y socialización, una mayor conexión con su entorno y la posibilidad de no quedarse fuera de las gestiones administrativas digitales.