Barcelona se jacta de no haber crecido en salas de juego y bingos desde la aprobación de una normativa municipal que lo regula, sin ofrecer una alternativa a la consecuente y lógica pérdida de puestos de trabajo. Según un balance hecho por el propio Ayuntamiento, las salas y los bingos que hay en la ciudad se mantienen en la misma cifra, 51, desde que el pleno aprobó en abril de 2021 la norma. La concejala de Salud, Gemma Tarafa, hace un balance positivo y vincula la regulación al hecho de que no haya más, sin hacer referencia en ningún momento a la pérdida de puestos de trabajo o proponer una alternativa. De hecho, en otoño de 2019, y mientras preparaba la nueva regulación, Barcelona ya prohibió abrir nuevos locales de juego y apuestas para preservar la salud y evitar adicciones. En el otro extremo, la ciudad se compara con Madrid, donde las salas han pasado de 378 a 428 entre 2019 y 2022.
"Barcelona se puso a trabajar y activó políticas públicas y no hemos crecido en ninguna sala de juego o apuestas en los últimos tres años", celebra Tarafa.
La norma que regula la presencia de los juegos de azar en la ciudad -un Plan Especial Urbanístico aprobado por el plenario hace más de un año y medio- no prohíbe explícitamente que abran salas de juego y de apuestas, pero fija unas condiciones a cumplir que, en la práctica, hacen muy difícil su apertura. Así lo argumentó entonces el gobierno municipal y así aseguran que lo avalan ahora las cifras.
En concreto, la norma marca que el establecimiento debe establecerse a una distancia mínima de 800 metros respecto a cualquier centro educativo -como guarderías, escuelas o universidades-, así como de 450 metros respecto a otros equipamientos como bibliotecas, centros de servicios sociales, centros cívicos, centros de jóvenes y de barrio, centros del Servicio de Empleo de Cataluña (SOC) o bien centros de salud. Hasta entonces, la limitación de distancia respecto a los equipamientos de usos protegidos era de 100 metros solamente.
Aunque se haya contenido el número de locales existentes, Tarafa señala que hay que estar "atentos" por el hecho de que el 6,5% de los hombres y el 1,7% de las mujeres han hecho un uso problemático del juego durante el último año, según la última Encuesta de Salud de Barcelona. Porcentajes que se incrementan en la población joven y de clases sociales más desfavorecidas. En este contexto, la concejala pone en valor que se haya evitado la apertura de más salas de azar, por un lado, y que la ciudad cuente con un Plan de Acción sobre Drogas y Adicciones 2021-2024, por otro.
Este plan de acción, aprobado en noviembre de 2021, incluye como una de las novedades la incorporación de un programa escolar específico dirigido a los alumnos de 4º de ESO para la prevención de los daños que puede provocar la adicción al juego de apuestas.