El Ayuntamiento de Barcelona hace un balance positivo del control ético de la población de palomas mediante métodos anticonceptivos con nicarbazina que se ha llevado a cabo en Barcelona desde 2017 con el fin de reducir la natalidad en las colonias de palomas.
Sin embargo, la estrategia integral para poder llevar a cabo un control efectivo de la superpoblación de palomas en la ciudad conlleva además de reducir la fertilidad, dificultar la nidificación haciendo especial énfasis en edificios en desuso donde se pueden concentrar gran número de nidos, generando molestias y problemas de salubridad. El otro gran objetivo estratégico que persigue el Ayuntamiento recae en reducir significativamente la cantidad de alimento que los ciudadanos les proporcionan y es por ello que pone en marcha una campaña que hace un llamamiento a la corresponsabilidad de la ciudadanía para no proporcionarles comida.
En cuanto a los resultados específicos del tratamiento con pienso anticonceptivo, desde el inicio del tratamiento en 2017, la reducción total de palomas allí donde se ha administrado el fármaco es del 60%. En concreto, se ha producido una reducción de 2.278 ejemplares, respecto a los 3.801 tratados al inicio del proyecto. En cuanto a los resultados concretos del último año, a lo largo de 2021, muestran una reducción del 27% de la población de palomas gracias al tratamiento administrado.
Estas cifras manifiestan la eficacia del sistema como herramienta de gestión ética para la ciudad, donde la disminución de la natalidad ha permitido reducir un 60% el número de palomas de las zonas tratadas sin necesidad de realizar ninguna captura. Los resultados muestran una parada en la reproducción de las palomas tratadas con la consiguiente disminución del reclutamiento de juveniles.
Actualmente la ciudad cuenta con 44 dispensadores, que cubren 36 colonias de palomas, y están situados según criterios de densidad y de las molestias ocasionadas por estas colonias. Este mes de marzo se ha ubicado uno de los dispensadores en la Plaza de la Gardunya, detrás del mercado de la Boqueria.
Acciones de concienciación a la ciudadanía y a los alimentadores de palomas
Hay que ser conscientes, sin embargo, de que con este volumen de ejemplares tratados no se controla la población total de palomas en la ciudad. El control o regulación de las poblaciones de animales de forma natural se produce por la disponibilidad de dos recursos claves: zonas de cobijo o descanso y nidificación, por un lado, y la disponibilidad de alimentos por el otro.
Por lo tanto, para reducir de manera significativa la población de palomas (Columbia livia), la estrategia a medio y largo plazo pasa en buena parte por reducir la cantidad de alimento disponible que les facilita la ciudadanía.
En paralelo, el Ayuntamiento trabaja para disuadir a los grandes alimentadores (que pueden llegar a proporcionar más de 5 kg de comida diaria) y los alimentadores regulares (estarían entre 1 y 5 kg). Por eso ha impulsado un programa de formación a los informadores municipales, agentes cívicos, educadores sociales y agentes de policía de barrio de los distritos para identificar a los alimentadores (grandes, regulares y esporádicos) y la frecuencia y las cantidades de alimento que proporcionan. El objetivo es poder interaccionar con estas personas para conseguir que reduzcan la cantidad de alimento aportado o incluso que dejen de alimentar. También se plantea hacer extensiva la campaña al sector de la restauración, una medida que habría que trabajar aún con distritos, para evitar que las terrazas sean puntos de alimentación ad libitum de las palomas.
La otra actuación que también impulsa el Ayuntamiento es para evitar la nidificación de las palomas. La Dirección de Servicios de Derechos de los Animales (DSDA) emite informes de evaluación de incidencias y propuestas de actuación a petición de los diferentes Servicios y Distritos del Ayuntamiento. Esto incluye por ejemplo actuaciones para instalar medidas que eviten el reposo de las palomas y que rebajen las molestias derivadas de su presencia, por ejemplo en espacios o equipamientos municipales.
También pasa por dificultar la nidificación en locales y edificios abandonados o pendientes de rehabilitación donde se pueden concentrar gran número de nidos generando molestias y problemas de salubridad
Aumenta el volumen de quejas ciudadanas
Otro motivo para buscar la corresponsabilidad ciudadana para ir a la raíz del problema es poder dar respuesta a la creciente preocupación de la ciudadanía hacia la presencia de palomas en la ciudad. El total de incidencias y quejas registradas en el IRIS vinculadas con palomas ha sido de 1.504 durante el último año, 241 de las cuales relativas a alimentadores de palomas en vía pública. Esto supone un incremento del 67% respecto al año anterior, con un total de 897 quejas registradas en 2020.
Este incremento se explica, en parte, por la recuperación de la vida ciudadana después de la pandemia, dado que durante el confinamiento hubo cierta dispersión de las palomas en búsqueda de alimento en su ámbito natural, es decir, en las zonas verdes de la ciudad y en espacios naturales de los alrededores del núcleo urbano. La conducta natural de esta especie es destinar unas 8 horas diarias a la búsqueda de alimento y, además, son capaces de mantener una velocidad de 50km/h durante horas, por lo que no requieren la intervención humana para alimentarse.
Las 1.504 incidencias registradas responden en buena parte a ciudadanos o ciudadanas que reclaman solucionar problemas generados por la alta densidad de palomas relacionadas con la presencia de alimentadores y también por nidificaciones en edificios. En este balance también hay contabilizadas solicitudes de intervención por parte de los distritos y servicios municipales, en puntos o equipamientos concretos, como podrían ser los mercados alimentarios.
Medidas anti palomas en los mercados municipales de Barcelona
Desde el Instituto Municipal de Mercados de Barcelona (IMMB) hacen un seguimiento de la presencia de palomas en todos los mercados de Barcelona, para evitar problemas de salubridad pública y de molestias a los concesionarios y usuarios de los mercados. Ante esta problemática se realizan diferentes medidas, todas ellas respetando al máximo posible, la imagen del edificio. Hay que remarcar la singularidad de los mercados en cuanto al gran volumen en altura interior de estos equipamientos, que genera espacios seguros para las palomas, aprovechándolos para anidar. Por este motivo, en los mercados la incidencia se produce tanto fuera como dentro de los edificios.
Se colocan mallas anti pájaros, de polietileno anosado, diseñada para colocarla en el exterior de los edificios, siendo poco visible para el observador casual, resistente a las condiciones climatológicas y estable a la luz solar, para evitar que puedan acceder a espacios donde muchas veces tienen posibilidad de anidar.
También se colocan sistemas de hilo y muelles que se instalan habitualmente en los coronamientos de las fachadas y antepechos de ventanas o cualquier lugar donde las palomas se puedan apoyar. Puntualmente, en algunos perímetros, se ponen sistemas de púas de acero inoxidable y base de policarbonato.
Durante el año 2021 se hicieron medidas en los Mercados de la Mercè, Barceloneta, Ninot, Sants, Vall d'Hebron-Taxonera y la Marina, siendo actuaciones recurrentes año tras año. Y durante el 2022 se han realizado medidas puntuales o de refuerzo en el Mercado de Sant Antoni y está previsto realizar, actuaciones importantes en Boqueria y en Santa Caterina, esta última ya está en ejecución.
En la mayoría de mercados la presencia de palomas es muy habitual en algunos casos generando graves problemas, en otros incidencias puntuales. Es por ello, que se sigue haciendo seguimiento de todos los Mercados para recoger incidencias y encontrar las soluciones específicas para cada mercado. Queda por dar respuesta a la costumbre de las palomas de entrar caminando por las puertas al estar muy acostumbrados a los humanos. Esta forma de acceder es de muy difícil solución.
En qué consiste el control ético de la población de palomas
Cuando la densidad de palomas de una ciudad supera la media de 300-400 palomas por km2 se hace necesario establecer medidas para controlar su población. En Barcelona la densidad se estima entre 1.300 y 1.700 palomas por km2, lo que supone una superpoblación para la ciudad. Según los últimos censos en el área urbana hay unos 103.226 ejemplares.
Los objetivos del control ético de palomas son reducir la abundancia de la población de la ciudad de Barcelona a unos valores aceptables para la sociedad, disminuir los problemas y las incidencias causadas por las aves y establecer un método de gestión a largo plazo.
Para conseguir estos objetivos, el Ayuntamiento de Barcelona, fruto del trabajo conjunto con el Servicio de Ecopatología de Fauna Salvaje de la Universidad Autónoma de Barcelona (SEFaS), comenzó en 2017 el tratamiento con fármaco veterinario anticonceptivo, administrado por la empresa Zooethics.
El sistema implantado consiste en administrar maíz recubierto de nicarbazina, el fármaco veterinario anticonceptivo. Actualmente la ciudad cuenta con 44 dispensadores, que cubren 36 colonias de palomas, y están situados según criterios de densidad y de las molestias ocasionadas por estas colonias. Cada día a primera hora de la mañana los dispensadores administran la dosis necesaria de fármaco (8g/paloma/día) a las palomas presentes. Este fármaco inhibe el desarrollo de la yema del huevo y produce una infertilidad reversible si se deja de suministrar, de este modo, el número de palomas se reduce progresivamente de forma natural.