El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado suspender el plus de antigüedad que perciben los funcionarios, Bomberos de la ciudad y agentes de la Guardia Urbana. La medida se ha acordado en un pleno extraordinario que se ha celebrado este lunes. El PSC, BComú, ERC y Vox han votado a favor y TriasxBarcelona y el PP se han abstenido.
La decisión llega después de que el pasado mes de julio la Sindicatura de Compras hiciera un informe que consideraba que estos incentivos eran “retribuciones ordinarias no sujetas a la norma”. La sesión también ha servido para dar luz verde a una modificación del pago de los trienios en función de la categoría. Este punto afecta sobre todo a los altos cargos de la casa y ha salido adelante con el apoyo de todos los grupos.
Este pleno extraordinario llega después de la sesión ordinaria del pasado mes de septiembre en la que la oposición tumbó esta suspensión y acusó al ejecutivo local de no haberla negociado con los trabajadores. De hecho, mientras se celebraba el pleno, los trabajadores del consistorio hicieron una protesta en la plaza de Sant Jaume. El plus de antigüedad que se ha acordado suspender se paga a los funcionarios, agentes de la Guardia Urbana y miembros de los Bomberos de Barcelona a partir de los 25 años de servicio.
La propuesta que se ha elevado al pleno de este lunes contempla la negociación e incluye un calendario. Según ha explicado el teniente de la alcaldía de Seguridad, Prevención, Convivencia y Régimen Interior, Albert Batlle, el objetivo del ejecutivo local es “dar solución” a las condiciones específicas del personal funcionario, más allá de las recogidas en el convenio vigente. “Son dos acuerdos que evitarán un grave perjuicio en la plantilla municipal y que la negociación con la representación sindical permitirá disminuir”, ha apuntado.
El concejal Jordi Martí (BComú) ha recordado que su partido siempre ha dicho que era necesario cumplir con el informe de la Sindicatura de Cuentas. Ha remarcado que aunque este documento llegó inicialmente el pasado mes de mayo, “había que esperar al definitivo que no llegó hasta julio”. Ha admitido que este era un requerimiento importante que cambiaba el sistema de retribuciones, premios y trienios y ha añadido que el entonces gobierno municipal (Comunes y PSC) decidió suspender todo y modificar el Reglamento Orgánico Municipal (ROM).
“Para iniciar este proceso eran necesarias dos condiciones que son las que BComú ha presentado ahora en forma de enmienda”, ha comentado Martí. Una era la necesidad de abrir la renegociación del convenio colectivo, ya que la suspensión de este plus va en contra del acuerdo con la plantilla al que se llegó en el mandato pasado y el anterior. La segunda medida imprescindible, según Martí, era fijar un reglamento directivo que regulara el sistema retributivo de este colectivo. “Esta propuesta estaba en un cajón desde hace tiempo, esperamos que se pueda recuperar”, ha dicho.
Desde ERC, Jordi Corones, ha explicado que en el pleno del pasado mes de septiembre rechazaron el planteamiento del gobierno local porque implicaba una modificación de las condiciones del convenio colectivo sin tener en cuenta a los trabajadores afectados. Ha señalado que la nueva propuesta “rectifica” aquella situación y “emplaza a la negociación para buscar una solución a un problema que los trabajadores y trabajadoras no han creado”.
Paralelamente, Oro Pulido (Vox) ha recordado que la obligación de los políticos es “resolver los problemas” y ha admitido que este era uno “grave”. Así, ha celebrado el cambio de posicionamiento de algunos grupos.
Abstención del PP y TriasxBarcelona
Por su parte, el concejal de TriasxBarcelona Jordi Rius, ha reprochado al PSC y a los comunes que no emprendieran medidas ni informaran sobre esta problemática el pasado mes de mayo, cuando recibieron el informe. Así, ha considerado que se ocultó “por motivos electorales”.
Ha defendido su abstención porque desde su punto de vista la suspensión del plus no se ha negociado lo suficiente con los sindicatos y el Comité de Empresa. Por ello, ha exigido más “diálogo”. Con todo, ha dicho que su grupo sí dará al gobierno un “voto de confianza” en cuanto a la modificación del ROM que afecta al sistema retributivo de los directivos.
Ángels Esteller (PP) también ha criticado la forma en que el punto se llevó al pleno de septiembre y ha apuntado que pretendía cambiar derechos sociales y económicos sin el apoyo de la plantilla. Sin embargo, ha aplaudido que el nuevo acuerdo contemple un calendario de negociación. Ha indicado que confía en que se cumpla y ha anunciado la abstención de los populares. Por el contrario, sí se ha mostrado a favor de la modificación de los trienios: “Es necesaria”, ha sentenciado.