El Pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha acordado hoy conceder la Medalla de Oro al Mérito Científico al doctor Andreu Mas-Colell, el físico Lluís Torner y la doctora y especialista en neurología Mercè Boada, por sus respectivas trayectorias científicas que han contribuido a situar la ciudad de Barcelona en la vanguardia mundial de la investigación.
El teniente de Alcaldía de Economía, Hacienda, Promoción Económica y Turismo, Jordi Valls, ha subrayado que “a pesar de que sus trayectorias son diferentes, los tres comparten características como la “solvencia, la constancia, la curiosidad, la visión estratégica, el rigor y la capacidad de creación”. La Medalla de Oro al Mérito Científico es una distinción con la que la ciudad quiere reconocer públicamente su dedicación y contribución a la ciencia, la calidad y excelencia de su obra y, finalmente, su aportación y su compromiso a favor de la ciudad desde sus respectivos ámbitos de conocimiento.
Al doctor Andreu Mas-Colell se le distingue “por su dedicación incansable para situar el tejido científico de la ciudad en la primera línea de la excelencia internacional, contribuyendo desde diferentes instituciones y entidades a hacer de Barcelona una ciudad de referencia científica de excelencia en el panorama nacional e internacional; y por el reconocimiento de su dedicación vital por las ideas, la ciencia, el talento, las universidades, la innovación y la investigación”.
Al doctor Lluís Torner se le concede la medalla “por su dedicación vital al campo de las ciencias fotónicas, y la capacidad de haber combinado su entusiasmo científico con una gestión incansable del Instituto de Ciencias Fotónicas, el ICFO, gracias a la cual ha situado el centro en la primera línea de la excelencia científica mundial, proyectando la región metropolitana y Barcelona como polo de investigación de primer orden mundial”.
En el caso de la doctora Mercè Boada es un reconocimiento “por su dedicación de toda una vida al estudio de las demencias y la enfermedad de Alzheimer, y por su enfoque innovador en la lucha contra la enfermedad, a través del tratamiento no farmacológico basado en la atención holística del paciente, incluyendo la mejora de la independencia y la calidad de vida de estos, así como la escucha de las inquietudes y los miedos de sus cuidadores; trabajos que han contribuido a situar Barcelona como un “hub” internacional referente en la excelencia de la investigación de la enfermedad de Alzheimer”.
