La Generalitat de Cataluña, alcaldes y alcaldesas de municipios de más de 20.000 habitantes, las diputaciones, entidades municipalistas, gestores de infraestructuras y los principales agentes sociales y económicos de toda Cataluña han suscrito este viernes el Acuerdo para la mejora de la calidad del aire en Cataluña. Para mostrar el apoyo del Ayuntamiento de Badalona a la iniciativa, el alcalde Rubén Guijarro y la concejala de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Bienestar Animal, Rosa Trenado, han participado en el acto de presentación del pacto que se ha celebrado en el Palau de Pedralbes de Barcelona.
Impulsado por el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, este nuevo acuerdo ha ampliado el ámbito territorial a toda Cataluña, a diferencia de las dos cumbres anteriores celebradas en los años 2017 y 2019 y que se enmarcaban estrictamente en el ámbito de la primera corona metropolitana de Barcelona. El documento conformará la hoja de ruta para la mejora de la calidad del aire en el país, incorporándose como principio rector del nuevo Plan de mejora de la calidad del aire de Cataluña
Extender las ZBE
De acuerdo con la normativa estatal, los municipios de más de 50.000 habitantes deben establecer Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), una obligación que también aplica a los municipios de más de 20.000 habitantes donde se superan los valores límite de calidad del aire regulados. Este viernes, las partes firmantes han acordado dar un paso adelante y asumir el compromiso de trabajar para implementar ZBE en todos los municipios catalanes de más de 20.000 habitantes antes de terminar el año 2025, con un modelo general común adaptable a las diferentes realidades territoriales, sociales y ambientales de los municipios. En concreto, antes de terminar el primer semestre del año 2023 se definirá el ámbito de aplicación de las ZBE para los municipios de más de 50.000 habitantes. Para el resto, será antes de que termine el primer semestre del año 2024. Seguidamente, se establecerá y se dará a conocer el cronograma de implementación previsto, que podrá ser gradual, contemplando en un primer estadio las situaciones de episodio ambiental de contaminación atmosférica, y previendo períodos específicos y transitorios de adaptación a las restricciones. También se definirán medidas complementarias, las características, la gestión y la comunicación de las ZBE.
Reducir un 15% las emisiones
Los firmantes se han comprometido a reducir, como mínimo, un 15% las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas en suspensión (PM) generadas en el año 2025, tomando como referencia el año 2019. Para hacerlo, llevarán a cabo las acciones estructurales necesarias para acelerar la mejora de la calidad del aire y tender, progresivamente, a alcanzar los niveles que recomienda la OMS. Además, darán continuidad a las estrategias coordinadas de información, sensibilización y educación ambiental para implicar a la ciudadanía y la industria para que se convierta en un agente activo y comprometido en la modificación de los hábitos que tienen incidencia en la calidad del aire y en su salud, apoyarán la investigación para el conocimiento de las causas y el comportamiento de la contaminación atmosférica en Cataluña, así como su impacto sobre la salud, y adecuarán las planificaciones y normativas al acuerdo.
Marco común en episodios de contaminación
El Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural también se ha comprometido a revisar, antes de finales de 2023, el Protocolo de actuación ante episodios ambientales de contaminación, actualmente vigente en la Zona de Protección Especial del Ambiente Atmosférico de la conurbación de Barcelona, para extender la aplicación a todo el territorio catalán, y para unificar la gestión de todos los contaminantes atmosféricos en caso de altos niveles de contaminación. Además, regulará una mejora continua de las herramientas de evaluación de la calidad del aire, renovando y ampliando un 5% los medidores de la Red de Vigilancia y Previsión de la Contaminación Atmosférica (XVPCA) para disponer de más conocimiento sobre los niveles de calidad del aire en Cataluña. Otros compromisos son mejorar la modelización o ampliar el pronóstico de calidad del aire a otros contaminantes y la información pública relativa a las mediciones de contaminantes.
Creación de la Mesa de Calidad del Aire de Cataluña
Para hacer efectivos los compromisos, las partes han acordado varios ámbitos de acción, que se regularán dentro de un marco de trabajo común consensuado a través de la Mesa de Calidad del Aire de Cataluña. Este espacio de gobernanza y debate incluirá a todos los agentes que se han adherido al acuerdo y otros que se considere conveniente, sin eliminar el resto de Mesas existentes que abordan singularidades concretas del territorio. La Mesa de Calidad del Aire de Cataluña facilitará la adopción y la coordinación de las acciones que se deben aplicar para mejorar progresivamente la calidad del aire, como posibles mecanismos de fiscalidad ambiental, instrumentos y plataformas de información y comunicación compartidas, o la aplicabilidad de medidas conjuntas.
Movilidad sostenible, saludable y segura
El transporte terrestre, con carácter general, aporta más del 80% de los óxidos de nitrógeno (NOx) que están presentes en áreas urbanas. Además, este contaminante es un precursor necesario para la formación del ozono troposférico (O3), contaminante secundario que se detecta en las zonas rurales del país. Es por ello que hay que acelerar la planificación de la movilidad sostenible, la territorial y la urbanística, como herramienta preventiva, potenciar los modos de movilidad saludable y el transporte público colectivo, racionalizar el uso del vehículo privado motorizado, fomentar la renovación del parque de vehículos, y coordinar la distribución de mercancías. Se establecerán medidas como la promoción de una velocidad máxima de 30 km/h en zonas urbanas donde convivan de forma habitual en un mismo espacio las personas y los vehículos; implementar sistemas de gestión de velocidad variable en ámbitos interurbanos y accesos a grandes ciudades, así como sistemas de señalización inteligente a tiempo real; o limitar la velocidad de circulación a 80 km/h en episodios de contaminación en aquellas vías que dispongan de gestión de velocidad variable.
Optimizar los biocombustibles
En un plazo de dos años habrá que estudiar y, en su caso, desarrollar instrumentos normativos, para garantizar la combustión adecuada de los biocombustibles sólidos, como la biomasa. Se garantizará que las administraciones públicas utilicen biocombustibles sólidos certificados de calidad. En aquellas zonas con altos niveles de contaminación por partículas, y en relación a la quema de restos vegetales, se incentivarán otras prácticas que comportan un menor impacto en la calidad del aire. En situaciones de estabilidad atmosférica, se preverá la posibilidad de suspender las quemas. También se buscarán mecanismos para favorecer la incorporación de buenas prácticas en el sector doméstico o particular, definiendo una estrategia común entre todas las administraciones para conseguir convertir los hogares abiertos en cerrados.
Corresponsabilización e implicación
Los agentes sociales y económicos que han participado en el acuerdo se han comprometido a promover acuerdos voluntarios con los sectores industriales y logísticos para intensificar la mejora ambiental continua más allá de los requerimientos normativos que se deban cumplir, optimizar los planes de vigilancia de la calidad del aire, promover la redacción e implementación de Planes de Desplazamiento de Empresa (PDE) que incluyan medidas que prioricen la reducción de emisiones de contaminantes, y trabajar para favorecer unos patrones de movilidad más sostenibles en los centros de actividad que son generadores de movilidad laboral. En el mismo sentido, se introducirán criterios ambientales en la gestión de flotas privadas, se avanzará hacia la despresencialización parcial de aquellas actividades laborales que lo permitan, favoreciendo el teletrabajo, la sustitución de reuniones presenciales por videoconferencias y la flexibilización horaria para las personas trabajadoras; se promoverá la desconcentración de la movilidad en las horas punta, repartiéndola hacia las franjas horarias con mayor sobrante de capacidad del transporte público, y se potenciará la digitalización de las empresas, que permita optimizar procesos y reducir desplazamientos innecesarios, entre otras medidas. Por su parte, las autoridades portuarias y aeroportuarias impulsarán acciones relativas a la mejora de la calidad del aire como impulsar la electrificación de las instalaciones y los nuevos combustibles alternativos o mejorar la eficiencia de las operaciones.
Nueva Ley de Calidad Atmosférica
Adicionalmente, el Gobierno de la Generalitat se ha comprometido a trabajar para hacer posible la aprobación de la Ley de Calidad Atmosférica durante esta legislatura, haciendo un proceso de participación amplio y plural con los agentes implicados. Esta Ley adoptará una perspectiva cuádruple (atmosférica, acústica, lumínica y odorífera), actualizará la legislación catalana ya existente en estas materias, y proporcionará las herramientas necesarias para facilitar la aplicación y la gestión de políticas ambientales para mejorar el aire que respiramos, yendo más allá de lo que dictamina la normativa europea.