El Consejo Plenario del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado el Plan Local de Seguridad Vial 2025-2030 (PLSV), la herramienta que, conjuntamente con el Plan de Movilidad Urbana, definirá las estrategias para avanzar hacia una movilidad más sostenible, equitativa y segura. El plan tiene como objetivo reducir en un 50% el número de víctimas mortales y heridas graves respecto a 2019, de acuerdo con la filosofía de la “Visión Cero”.
El teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, ha destacado que el documento “incorpora una visión de futuro, integrando nuevos modos de transporte y anticipándose a los cambios tecnológicos y de movilidad que ya se entreven”.
El PLSV se fundamenta en cuatro criterios: prevenir los siniestros con mayor lesividad, proteger a usuarios vulnerables, abordar las casuísticas con más incidencia y actuar específicamente en casos con víctimas mortales. Las medidas se clasifican dentro del marco del Sistema Seguro, que se basa en cinco pilares: velocidades seguras, calles seguras, vehículos seguros, comportamientos seguros y respuesta post-colisión.
Entre las acciones previstas se encuentra la reducción de la velocidad en entornos urbanos, el despliegue de más radares, la mejora de las intersecciones, la actualización del manual de vías ciclistas y la ampliación de la pacificación de calles. También se quiere promover el cambio modal hacia transportes menos peligrosos, mejorar la seguridad de las flotas de sharing y continuar la formación vial en escuelas e institutos.
En cuanto a la respuesta a accidentes, el plan prevé agilizar la atención de emergencias y ofrecer acompañamiento a víctimas y familiares.
El PLSV incluye una mirada territorial, con la elaboración de planes específicos para cada distrito (PSVD), que permitirán adaptar las actuaciones a la realidad de cada zona. También se desarrollará un Plan de Seguridad Vial en las Rondas (PSVR), dadas sus particularidades. “No es lo mismo circular por el Eixample que por Nou Barris, ni por la Ronda de Dalt que por la del Litoral”, ha remarcado Batlle.
Con esta hoja de ruta, Barcelona quiere consolidarse como una ciudad líder en la lucha contra la siniestralidad vial y en la construcción de espacios urbanos más seguros y habitables.