El Síndic de Greuges de Barcelona, David Bondia, ha alertado este martes sobre la saturación de los servicios municipales y sanitarios destinados a la atención de víctimas de violencias sexuales. Según el monográfico titulado Los servicios de atención a las violencias sexuales en la ciudad de Barcelona, elaborado tras una encuesta a más de un centenar de profesionales, el sistema presenta graves dificultades para responder con celeridad y calidad ante el aumento sostenido de los casos.
El informe destaca que el período medio que transcurre entre el primer contacto con los servicios y el inicio real del tratamiento o intervención es, según datos recogidos, de unos 3,3 meses. Bondia ha calificado este retraso como un tiempo excesivo
, que contribuye a que casi una tercera parte de los usuarios abandonen el proceso antes de terminarlo.
Falta de recursos residenciales y atenciones especializadas
Otro aspecto crítico señalado es la duración demasiado prolongada de las estancias en los centros de acogida urgente, que pueden llegar hasta multiplicar por cinco el límite recomendado. También se detecta una problemática similar en los alojamientos no urgentes, donde las estancias se alargan debido principalmente a la falta de disponibilidad en otros tipos de recursos residenciales como larga estancia o apoyo para la autonomía.
Además, se ha constatado una ausencia clara de recursos adaptados para atender a mujeres con consumos activos de drogas, problemas graves o no compensados de salud mental, discapacidades o diversidad funcional. También se subraya que ningún servicio admite animales domésticos, hecho que provoca que algunas víctimas renuncien a solicitar estos alojamientos.
Análisis del circuito y de los recursos existentes
El estudio analiza diversas entidades y programas clave: el Programa de Atención Integral a la Violencia Sexual (PAIVS) del Hospital Clínico, el Equipo Multidisciplinar de Atención al Maltrato (EMMA) del Vall d’Hebron; así como los servicios municipales como el Servicio de Atención Recuperación y Acogida (SARA) y los Puntos de Información y Atención a las Mujeres (PIAD). También incluye organizaciones privadas relevantes como la Asociación de Asistencia a Mujeres Agredidas Sexualmente (AADAS) o la Fundación Vicki Bernadet.
A pesar de reconocer progresos recientes en aumentar plazas y mejorar dispositivos, el informe reclama crear un mapa exhaustivo de los servicios públicos y privados disponibles para mejorar la coordinación.
Falta especialización en casos no recientes
La sindicatura apunta que mientras el acceso al circuito está bien definido por atenciones inmediatas después de los hechos violentos, resulta más inconcreto y ambiguo cuando se trata de casos no recientes
. En este sentido, critica que no hay ningún servicio claramente especializado en violencias sexuales ocurridas hace tiempo ni ninguna oferta específica para el seguimiento terapéutico del trauma vinculado a largo plazo.
Ante esta carencia estructural, muchas víctimas recurren a diversos servicios antes de encontrar uno adecuado. De hecho, según la encuesta realizada a los profesionales consultados por el Síndic, las personas atendidas han visitado una media superior a dos servicios diferentes antes de establecerse un seguimiento efectivo. En algunos casos extremos reportados por los equipos sociales, hasta el 6% habían pasado previamente por más de diez servicios diferentes. Esta fragmentación puede provocar una victimización secundaria importante, tal como alerta Bondia.
Falta significativa de personal estable
El informe también pone énfasis en la insuficiencia cuantitativa y cualitativa de los equipos profesionales dedicados. Se ha detectado un incremento considerable del número de personas atendidas pero sin un aumento proporcional del personal. Además, destaca la elevada rotación laboral especialmente en los ámbitos sociales donde muchos equipos sufren cambios anuales constantes.
Propuestas del Síndic para mejorar el sistema
Ante esta situación crítica causada por el crecimiento sostenido de los casos denunciados o requerimientos asistenciales vinculados a violencias sexuales, David Bondia insta al Ayuntamiento a reforzar urgentemente estos servicios dotándolos con suficientes recursos humanos y materiales
, así como a establecer condiciones laborales dignas para garantizar estabilidad profesional.
También plantea estudiar si es necesario crear categorías específicas dentro de los equipos municipales para asegurar una mayor especialización técnica orientada exclusivamente al tratamiento integral contra estas violencias.