La Guardia Urbana de Barcelona investiga la muerte de un perro en la ciudad que se había comido una croqueta llena de clavos mientras paseaba por la calle. Se trata del primer caso mortal, pero fuentes policiales indican que se han encontrado varios alimentos similares en calles, plazas y parques del distrito de Sant Andreu y que al menos tres perros más han sido víctimas de estos hechos.
Concretamente, estos alimentos se han detectado en los parques de la Pegaso y de Antoni Santiburcio; en las calles de São Paulo, de Roine y de Peronella; y en el recinto de la fábrica Fabra i Coats. Según el teniente de alcalde de Seguridad y Prevención, Albert Batlle, un vecino presentó una denuncia después de que su perro consumiera uno de estos alimentos cerca de La Maquinista.
El portavoz de ERC en el Ayuntamiento, Jordi Coronas, ha exigido que "se refuercen las investigaciones" sobre estos hechos y ha pedido la intervención de agentes policiales de paisano para pillar al autor o autores de los hechos 'in fraganti'. Tal como recoge 'La Vanguardia', Jordí Martí Galbis, de Junts, también ha pedido al gobierno municipal que se refuercen los recursos de la Guardia Urbana para esclarecer los hechos.
Hace solo un par de meses, en enero, las asociaciones animalistas de la ciudad ya denunciaron que en las mismas zonas se estaban produciendo envenenamientos a los animales de compañía.
Concretamente, el Espai Gos Bcn denunció que al menos cuatro perros habían resultado intoxicados después de acudir al parque de La Pegaso con sus dueños. Los síntomas que presentaban incluían "vómitos y diarreas con sangre", compatibles con una intoxicación. En este mismo parque han aparecido trozos de carne con clavos recientemente.