Adiós a las residencias de estudiantes en el centro de Barcelona

El Ayuntamiento de Barcelona aprobará este mes una nueva regulación que limita a 350 plazas la capacidad de las residencias de estudiantes. Además, obliga a instalarlas fuera del centro de la ciudad y la corona que lo rodea, el área con más alojamientos turísticos, y a distancia una de la otra. Esta es una de las novedades que comportará la Modificación del Plan General Metropolitano (MPGM) para regular el sistema de equipamientos de alojamiento dotacional en Barcelona. Con estos cambios, el gobierno municipal quiere dar respuesta al aumento de residencias de estudiantes privadas en suelo de equipamiento en los últimos años en la ciudad. Estas han supuesto una pérdida de superficie destinada a equipamientos y servicios básicos y han provocado rechazo vecinal por el impacto que generan en el entorno en ámbitos como la avenida del Paralelo. También pretende evitar que las residencias de estudiantes se instalen en zonas saturadas para garantizar el descanso y la vida cotidiana del vecindario. Así, no se permite abrir residencias de estudiantes en el centro de la ciudad, excepto si se reconvierte un alojamiento turístico o albergue juvenil. Solo se admiten en el resto de ámbito de la ciudad, zonas específicas 3 y 4, con una limitación de densidad por distancia radial entre residencias y de capacidad a un máximo de 350 plazas. Además, el ayuntamiento ha anunciado que los precios de las residencias también serán asequibles con la aprobación de la ordenanza posterior a la MPGM. Actualmente, entre las residencias de estudiantes ya activas y las previstas, en la ciudad hay 79 residencias con 13.800 plazas situadas en suelo de equipamiento y en suelo de zona. De estas residencias, 18 se han tramitado en los últimos años y están en proceso de obtener licencia, y 32 del total son privadas y situadas en suelo de equipamiento. Desde el consistorio se destaca que con estos cambios se promueve nueva vivienda para dar respuesta a las necesidades de residencia temporal de colectivos con dificultad de emancipación como los jóvenes, las personas mayores, vulnerables, creadores culturales o investigadores.