Un centenar de taxis, según cifras de la Guardia Urbana de Barcelona, han iniciado este miércoles una marcha lenta por la capital catalana hacia la sede del Instituto Metropolitano del Taxi (Imet) para reclamar que autorice instalar cámaras de seguridad en el interior de sus vehículos.
La marcha, convocada por las asociaciones del taxi de Barcelona, ha comenzado en la calle Tarragona y está previsto que avance por la Gran Via hasta la plaza Ildefons Cerdà, donde se dirigirá por el paseo de la Zona Franca hasta la calle A para llegar al edificio de la AMB, donde el Imet tiene su sede, en la calle 62.
Esta protesta llega después de que el sector ha alertado de un aumento de la inseguridad de los taxistas, ya que el pasado 16 de diciembre un taxista resultó herido grave cuando fue presuntamente agredido con arma blanca en la parada de taxis de la Boqueria de Barcelona.
En unas declaraciones a Europa Press, el presidente de Élite Taxi, Olivier Contel, ha explicado que el sistema de seguridad actual, que consiste en una conexión directa a una línea telefónica para poder hablar con la policía, "ha quedado obsoleto".
Por eso, piden que el Imet autorice que los taxistas puedan instalar de manera opcional cámaras en el interior de los vehículos y que dispongan de un botón de emergencia que al pulsarlo muestre una señal de socorro en el módulo del taxímetro.
"A nosotros nos llegan muchos robos pero los taxistas no lo denuncian, es absurdo porque después vienen los Mossos d'Esquadra y dicen que no les constan tantos delitos como los que hay", ha añadido Contel.
Dice que han tratado de encontrar una solución desde 2018 y que han tenido muchas reuniones pero que "se pasan la pelota entre administraciones", y ahora lamenta que el Imet no les permite instalar las cámaras, cuando asegura que sería compatible con la actual normativa de protección de datos.
