El pueblo de Villa Dolores, en la provincia argentina de Córdoba, está conmocionado por la trágica e inesperada muerte de Alejandra Steinbach, una joven de 29 años que falleció repentinamente en Andorra este miércoles en plena madrugada.
Alejandra, que había viajado al país de los Pirineos con su marido, Matías Posse, residía allí desde hacía dos meses para trabajar en la cocina de un hotel durante la temporada de verano. En la madrugada del miércoles sufrió un paro cardiorrespiratorio mientras estaba en los brazos de su pareja.
A pesar de la rápida llegada de los servicios de emergencia y una hora de reanimación cardiopulmonar (RCP), no fue posible reanimarla. Aunque fue trasladada al hospital, no hubo nada que hacer. Según declaraciones de su hermana Karina, la joven no presentaba ningún antecedente médico grave.
La autopsia, programada para las próximas horas, aclarará la causa exacta de su deceso.
REPATRIAR EL CUERPO CUESTA 15.000 DÓLARES
Aunque Alejandra ya disponía de la tarjeta de residencia, un documento clave para trabajar legalmente en el país, no llegó a completar el trámite que le otorgaba acceso a la seguridad social.
Esto deja a la familia completamente desprotegida ante los costos que implica una muerte en el exterior. "No hay cobertura, no hay manera de recibir ayuda estatal. Todo corre por nuestra cuenta. El traslado del cuerpo, o incluso la cremación, cuesta muchísimo dinero. No tenemos manera de afrontar esto sin ayuda", han manifestado los familiares de Alejandra.
El costo de repatriar un cuerpo desde Europa puede superar los 15 mil dólares, una suma imposible para la familia, que además se encuentra atravesando esta tragedia lejos de su tierra y sin red de contención. Por ello, han decidido iniciar una campaña solidaria para reunir fondos, apelando a la solidaridad vecinal. "Lo único que queremos es poder despedir a Alejandra como corresponde, como ella merece", ha señalado su hermana.
