Una vez más, tenso consejo de Comú en la capital con ánimos crispados y momentos de nervios para aprobar un presupuesto que contempla una subida sustancial de los precios públicos y de los gastos de personal y de cargos de confianza. La mayoría venía entrenada para defender el presupuesto más alto del Comú de Andorra la Vella, con 60,5 millones de euros, una cifra elevada en términos históricos y que consolida el nivel de gasto de los últimos años.
Una parte relevante de los ingresos previstos por el Comú proviene del aumento de los precios de los servicios comunales, con incrementos destacados en algunos ámbitos. Es el caso del Centro Deportivo de los Serradells, donde se esperan crecimientos significativos de los ingresos porque los abonos se encarecen bastante (eso sí, para los de fuera de la parroquia), así como de los aparcamientos públicos, que acumulan subidas de tarifas en los últimos años y continúan siendo una de las principales fuentes de recaudación. Paradójicamente, suben los precios por hora del aparcamiento, pero se instaura media hora gratis para los turistas con el argumento de que así comprarán más. Astrié ha cargado contra esto en vano, porque González se ha limitado a responderle que haga una recogida de firmas.
Este planteamiento ha generado reticencias en la oposición demócrata, ya que traslada una parte importante del peso del presupuesto a los usuarios de los servicios comunales, en un contexto en el que el coste de la vida continúa al alza y en el que la recaudación ha sufrido un aumento debido a la construcción.
La defensa por parte de la corporación del aumento de precios públicos ha sido descafeinada, nerviosa y errática, incluso con reflexiones que sorprenden en partidos progresistas. Losada ha recriminado a Astrié que su partido otorgara la gratuidad a los padrinos de uso del centro deportivo propiedad del común, tildándolo de medida populista, y González ha argumentado que si una familia no puede pagar una tasa o un servicio público puede ir a pedir ayuda al Departamento de Social
El otro pilar del presupuesto es la actividad constructiva, especialmente a través de los impuestos asociados a las obras, que tiene unas previsiones realmente optimistas (y de ahí los 60 millones y pico), quizás demasiado teniendo en cuenta el impacto de las nuevas medidas urbanísticas y la posible desaceleración del sector.
13 millones en inversiones
En cuanto al gasto, el presupuesto prevé destinar cerca de 13 millones de euros a inversiones, aproximadamente uno de cada cinco euros del total. Este capítulo incluye unos 152 proyectos, de diversa envergadura, centrados en la mejora de los servicios públicos, el espacio urbano y las infraestructuras.
Entre las actuaciones destacadas se encuentran proyectos de mejora de la accesibilidad, como la red separativa de aguas en Santa Coloma, actuaciones en vivienda y equipamientos comunitarios, el desarrollo urbano de barrios como Ciutat de Valls, así como inversiones en deporte, entorno natural y espacios públicos.
También aumenta la partida de gasto corriente del común y la partida de pago de sueldos de los trabajadores (21,5 millones), esta incluye la de los cargos de confianza que también aumenta, y sumando las dos ya supera el 70% del presupuesto para 2026.
