Un rebaño de unas 500 ovejas, en la unidad pastoral del Comapedrosa

17 de agosto de 2021 a las 11:55h

Desde esta semana, un rebaño de quinientas ovejas estará pastando en los prados del Comapedrosa, en la zona del refugio, con el fin de limpiar el sotobosque. De hecho, el rebaño está en las montañas masanesas de mayo a octubre, en las zonas del Galliner de Arinsal y en la parte alta de Setúria, en Pal. Durante tres semanas se desplazan a la unidad del Comapedrosa, un punto inaccesible para otro tipo de ganado, como las vacas y caballos. Además, la ventaja del ganado ovino es que come más tipos de plantas herbáceas y arbustos, lo que equilibra el ecosistema, además de contribuir a evitar el riesgo de incendio.

Dada la importancia de tener ovejas pastando en las montañas, el comú de la Massana subvenciona esta práctica con un euro por animal al mes. "Potenciamos que vengan ovejas ya que es la manera más natural de limpiar las montañas pero también queremos contribuir al mantenimiento de este tipo de ganado", asegura el consejero Sergi Gueimonde, que añade que "se trata de una actuación sostenible tanto a nivel económico como medio ambiental".

Otro punto a favor de las ovejas es que son animales pequeños que no dañan los humedales y zonas acuáticas protegidas.

Este es el segundo año que el rebaño de ovejas se desplaza a la zona del Comapedrosa, con todos los beneficios que conlleva pero con el único inconveniente de la elevada frecuentación de excursionistas. El comú de la Massana pide el seguimiento de las recomendaciones del departamento de Agricultura del Gobierno, ya que es importante mantener una buena convivencia en la montaña. El principal requisito es llevar a los perros atados para evitar que se enfrenten al perro pastor y que molesten al ganado. Hay que tener en cuenta que las ovejas son animales que se estresan fácilmente y aún más las que están embarazadas, que pueden llegar a perder a los corderos.

Por otro lado, hay algunos comportamientos que pueden parecer normales pero que deben evitarse, como acariciar a los animales, darles de comer o acercarse excesivamente. Lo ideal es evitar salir del camino marcado y pasar lo más lejos posible del rebaño, sin hacer ruido.

El turismo de montaña es completamente compatible con la ganadería pero se debe respetar el entorno para una buena convivencia de todos.

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C CIUTAT
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