Sergi González liderará la plataforma de unidad que quiere hacer frente a Demócratas en Andorra la Vella. Enclar está conformado por PS, Concòrdia y SomVeïns, y busca revertir la poca participación en las anteriores comunales con un proyecto que apela a escuchar la voz de la ciudadanía. Hablamos con su candidato a cónsul mayor.
Andorra la Vella es una de las parroquias donde ha habido coalición entre Concòrdia y PS. ¿Se abre una etapa de colaboración entre fuerzas progresistas?Es un primer paso para unir sinergias. Cuando surgen muchos partidos, diluimos el voto y la gente ya no sabe a quién votar. Más que una coalición, Enclar es un proyecto que ha venido para quedarse. No se hace solo para estas elecciones. Si esto puede ayudar a que en las próximas nacionales podamos empezar a sacar adelante el proyecto de unión progresista, mejor.
¿Le gustaría haber incluido a Progressistes SDP?Lo intentamos hasta una semana antes de presentar listas. Con SDP hicimos un pacto en las nacionales, durante el verano mantuvimos reuniones y después se precipitó todo. Había muchos nervios, todo el mundo quería un lugar prioritario. Hace más de seis meses que creamos este proyecto. Se ha hecho a fuego lento y sin decir qué ingredientes deben ir y cuáles no. Lo siento, pero ellos han escogido otro destino.
A la hora de hacer quinielas, ¿se miran los votos conseguidos por separado en las generales?Hay un sector que lo mira, gente de números. Pero las comunales son otra liga. Más de proximidad y de los ciudadanos. Hay que coger los datos de hace cuatro años, donde tenemos un problema porque fue a votar el 48% del censo. Tenemos que buscar que la gente vaya a votar y que decida entre un modelo continuista y uno diferente, con una visión del día a día.
¿Las elecciones se pueden parecer más a las generales del 23 o a las comunales del 19?Espero que por el resultado no se parezcan a ninguna de las dos. Las elecciones comunales serán un punto de inflexión de la política de estos últimos años. La ciudadanía quiere un cambio y ve que estos proyectos nuevos como Enclar pueden aportar una manera de hacer política diferente. Ir a dos listas facilita este tipo de referéndum entre dos modelos.
La vivienda es una de las prioridades de su programa. ¿Qué medidas quieren desplegar?No tenemos la varita mágica de las soluciones. Lo que tenemos claro es que el Departamento de Vivienda debe existir. En estos ocho años no ha habido ninguno, cuando el común disponía de un parque de pisos. Es un primer paso para tener una visión de los problemas. Después, uno de los proyectos que sacaremos adelante en este departamento es el “Revive Andorra la Vella”. Es decir, coger pisos vacíos o deteriorados y rehabilitarlos para hacer una bolsa de pisos de alquiler. El común hará de avalador para quien tenga dudas, estarán exentos de impuestos y se podrá financiar la rehabilitación. Es un modelo que se hace en ciudades de alrededor.
Teniendo en cuenta los precedentes con los pisos vacíos, ¿preocupa que la gente no responda?Debemos incentivarlos. El programa sirve para que el propietario no tenga que preocuparse de nada, que el común lo gestione y, pasados los diez años, se devolverá. Es una ayuda para el privado y un beneficio para la comunidad. Tenemos trabajo por hacer para revivir el sentimiento de parroquia y comunidad.
En el debate electoral hablaba de construir una “parroquia verde”. Aterrizando en las propuestas concretas, ¿en qué consiste?Tenemos dos vías de trabajo. Una es que cualquier proyecto que se piense desde el común tenga en cuenta el concepto “ciudad verde”. Es decir, mirar qué flora podemos plantar y pensar desde el principio que el verde debe figurar. No podemos hacer como DA, que en los proyectos primero ha hecho el gris y después ha pensado que debe poner árboles. Después también nos planteamos llegar al acuerdo de Ciudad Verde de la Comisión Europea. Nos marca unos puntos para alcanzar interesantes: contaminación acústica, prados verdes, reducción de residuos, contaminación del aire…
¿En qué espacios se debe actuar?Tenemos el proyecto de reforma de la Plaza del Pueblo, que debe tener en cuenta el espacio verde, sabiendo que es una plaza y no un bosque. Además, también las calles que se han hecho nuevas necesitan árboles. Por otro lado, el césped es muy bonito, pero tiene un coste de agua y mantenimiento con el que debemos hacer una reflexión. Quizás no se debe plantar césped por todas partes. Eso no es poner verde.
¿Qué les diferencia con DA sobre el proyecto de la plaza del Pueblo?Más que el proyecto, es la prioridad. Desde Demócratas hablan desde 2015 de hacer acciones en la plaza del Pueblo y sigue como estaba. Hay un proyecto en curso, donde nosotros hicimos aportaciones que la ciudadanía nos hizo llegar. Creo que es importante exponerlo bien a la ciudadanía y preguntar si es el modelo que queremos. Hoy un ciudadano me decía que desde Enclar solo queremos pedir la opinión a la gente y no hacer nuestro trabajo. No es eso, pero hay proyectos donde la ciudadanía debe mojarse y debemos escuchar su voz.
¿Falta escucha activa por parte de la actual mayoría?Sí. Durante estos ocho años no ha habido ningún proyecto participativo. Se han hecho dos presupuestos participativos que no han funcionado. Mucha gente pedía que se destinaran a reparar aceras, que es un síntoma de que la gente no entiende qué es un presupuesto participativo porque hay problemas que no se solucionan. Debemos buscar mecanismos para escuchar a la gente de la parroquia y hacer una red de comunidad. Es un reto que la actual corporación no ha querido tener. En nuestro caso, cada consejero tendremos una zona donde los ciudadanos se podrán poner en contacto con nosotros y queremos hacer acciones como mesas redondas o foros.
¿Dónde debería ir el multifuncional?La primera pregunta es: ¿necesitamos un multifuncional? Antes de decir sí al multifuncional debemos hacer una reflexión real sobre si es necesario y si dará tanta vida. Ha habido muchos multifuncionales en ciudades, mejor comunicadas, que no han funcionado. Si el multifuncional lo entendemos para poner la feria y el Cirque du Soleil, no es un proyecto viable.
Comenta que se debe tener una reflexión, pero no se acaba de posicionar.Si decimos que sí o que no sería porque tenemos el proyecto claro y la información necesaria. Es un proyecto que también se debería consultar a los ciudadanos porque se trata de un terreno del común. Por ejemplo, decir que hay tres opciones para hacer con el mismo presupuesto: vivienda, un espacio verde o un recinto multifuncional. ¿Qué piensan? Es un terreno público y dinero público.
¿Qué cambios deben aplicar a la movilidad?Se ha hecho una buena acción con el clípol para potenciar el transporte público. En cuanto a la bici y patinetes, debemos buscar que las nuevas calles tengan en cuenta este espacio para bicis. Uno de los proyectos que tenemos para estudiar es el paseo del río, donde queremos intentar hacer un voladizo para un carril bici. Debemos estudiarlo, pero puede ayudar a buscar diferentes salidas.
Aparte de esto, para nosotros es clave la seguridad vial. Cada vez hay más atropellos y queremos poner el foco en ello. Durante estos días encontramos pasos de peatones poco iluminados, baldosas rotas, falta de accesibilidad en las aceras, falta de radares pedagógicos… Debemos preguntar a los barrios cuestiones como si les parecería bien una zona de aparcamiento para residentes o reducir la velocidad.
Al final, la gente de los barrios es quien conoce mejor la realidad.Tenemos claro nuestro proyecto, pero no lo podemos hacer de espaldas a la ciudadanía y pensando en los turistas. Debe ser para la gente que vive aquí. Nos toca dar un paso por una política diferente, donde los políticos debemos ir a la calle y preguntar a la ciudadanía hacia dónde queremos ir. En Andorra estamos en un momento que no sabemos qué rumbo tomar. ¿Queremos ser Hong Kong o un pueblo suizo idílico y que tenga patrimonio natural?