Nace el marteloscopio de Beixalís, un laboratorio al aire libre en La Massana

15 de diciembre de 2023 a las 14:24h

Un marteloscopio es un laboratorio al aire libre que se instala en una zona boscosa, de una hectárea como máximo, que permite mejorar el conocimiento del bosque y llevar a cabo actividades divulgativas y formativas guiadas dirigidas tanto a los escolares como al público en general.

El Comú de La Massana ha llegado a un acuerdo con Andorra Recerca + Innovación para la creación del marteloscopio de Beixalís, el primero que habrá en el Principado. El consejero de Medio Ambiente, Agricultura y Sostenibilidad, Sergi Gueimonde remarca que “para el Comú, este proyecto es muy interesante para dar a conocer la necesidad de la gestión forestal, que es clave para la salud de nuestros bosques”. La parte pedagógica tiene dos líneas: la educación a los niños y la divulgación, a través de guías formados, para el público en general.

La implantación del marteloscopio no supone ningún impacto ni la creación de ninguna infraestructura, ya que se trata de marcar los árboles con una pequeña etiqueta para poder diferenciarlos y hacer un seguimiento.

“Desde el punto de vista de la investigación, el marteloscopio es un laboratorio de entrenamiento vivo, que una vez se inicia no se acaba nunca. De forma periódica iremos recogiendo muchos datos como la temperatura, la humedad, e iremos midiendo el crecimiento de los árboles, para saber cuánto carbono están fijando”, explica la investigadora de la ARI, Marta Domènech.

La superficie donde se ha creado el mateloscopio, de 50x50 metros, se mantendrá intacta, ya que será de control y de estudio, donde se podrá formar técnicos, universitarios o guías de montaña interesados en ofrecer salidas científicas.

El marteloscopio está situado en la collada de Beixalís, en un bosque de pino negro y pino rojo, de los pocos que hay en Europa de estas características y muy adecuado para hacer entrenar a las personas que se quieren formar en silvicultura.

“Se trata de un bosque que antes era una superficie abierta. En los últimos años han aumentado las superficies boscosas hasta llegar a zonas que antes no eran bosques. Los árboles han crecido todos de golpe, muy espesos, con mucho estrés hídrico y mucha competencia. Tenemos bosques muy estresados y muy vulnerables a los incendios y enfermedades. Por eso, una gestión forestal correcta es fundamental”, afirma Domènech.

Los datos que se recojan en el mateloscopio se introducirán en una aplicación y servirán como herramienta para poder analizar diferentes modelos de gestión.

El proyecto formará parte de la red europea Integrate Network, que incluye los marteloscopios de un centenar de países europeos y que promueve la integración de la conservación de la naturaleza en la gestión forestal sostenible.

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