Unos ochenta agentes han participado este martes en el Simulacro Nacional de Aludes; una jornada técnica que se recupera después de dos años de parón por la pandemia y que busca revisar y actualizar los procedimientos y las herramientas que se deberían aplicar en caso de que se produjera una avalancha dentro de un dominio esquiable del país.
Así, han participado miembros tanto de Protección Civil, Bomberos, Banders, Policía, SUM y Cruz Roja, como también pisters de las diferentes estaciones de esquí del país, guías de montaña y representantes de Andorra Recerca + Innovació, que se han dividido en tres grandes grupos de trabajo: el sanitario, el de seguridad y el de apoyo logístico.
Aparte de los participantes andorranos, y como es habitual, también se ha invitado a agentes de los países vecinos, y se ha contado con la presencia del Peloton de Gendarmerie Haute Montagne y de la Compagnie Republicaine de Securité de Francia, de la Unidad de Intervención de Montaña de los Mossos d'Esquadra, de los Bomberos del Grupo de Rescate de Montaña de la Vall d'Aran, y de la Guardia Civil de Montaña.
El Simulacro Nacional de Aludes se organiza desde este año de manera conjunta entre el departamento de Protección Civil y Gestión de Emergencias –en el aspecto más organizativo y de preparación– y el departamento de Prevención y Extinción de Incendios y Salvamentos –que se encarga de los aspectos técnicos y operativos.
La jornada se inicia con un briefing y una presentación de la maniobra a todos los asistentes y con el desplazamiento al lugar de la avalancha, que este año se ha realizado en la zona de Cubil, en Grau Roig. Una vez en situación, el simulacro se hace en condiciones lo más parecidas posibles a una emergencia real y se realizan de acuerdo con la programación establecida, movilizando al personal y los medios adscritos en cada operativa.
La finalidad del Simulacro Nacional de Aludes es, pues, la de refrescar los procedimientos y también calcular y establecer los tiempos necesarios para poner en marcha todos los grupos que participan. Una vez terminado, los presentes intercambian experiencias e impresiones y hacen sugerencias para mejorar, si es necesario, algunos aspectos. La voluntad es seguir organizándolo una vez al año en los diferentes dominios esquiables.
