En enero de 2018, Joan Colominas trabajaba como director de un importante grupo hotelero de Andorra. Con la persistente sensación de tener algo pendiente en la vida, tomó la decisión de emprender una aventura que le aportara plenitud y, a la vez, las nuevas experiencias que necesitaba.
Se vendió todo lo que no cabía en un pequeño trastero que dejó pagado todo el año en Escaldes, cogió una mochila de 50 litros, el teléfono móvil y cuatro cosas que necesitaba y emprendió el viaje de su vida. Primero hacia Sudamérica para ir subiendo el continente y cruzar hacia Asia. Después de 17 países, 105 lugares diferentes donde pernoctó y un puñado de tatuajes, volvió a Andorra al cabo de 11 meses.
La sesión sobre Joan Corominas será mañana, a las 21 h, en el Teatro de les Fontetes de La Massana. Esta, que recibe el nombre de 'La vuelta al mundo en 80 tatuajes', forma parte del Ciclo de Cine de Montaña y de Viajes de Ordino y La Massana
