En verano se llevará a cabo la renovación completa de la calle Costes de Teixidó, que conecta el centro de la Massana con las escuelas y con la carretera de Sispony. El objetivo es convertirlo en una vía segura, pensada para que los peatones puedan caminar de una forma tranquila y agradable. Por eso se construirán aceras anchas y se introducirá vegetación para mejorar la calidad del aire mediante la absorción de gases contaminantes.
También se convertirá la calle en sentido único de bajada y se limitará la velocidad, con pasos elevados. "Se trata de un proyecto global para amabilizar esta calle tan utilizada por los massanenses. Decidimos llevar a cabo el proyecto aprovechando que era necesario realizar las obras de separación de aguas pluviales y residuales y también la renovación del tubo de agua potable", ha explicado la cónsul mayor, Olga Molné, que ha remarcado que la finalidad de esta acción es mejorar la calidad de vida de los habitantes de la zona y de los peatones que se quieren desplazar caminando a Sispony o a la zona de las escuelas.
"La Massana del futuro la tenemos que crear entre todos y por eso nos hemos reunido con varios vecinos de la zona para explicarles este proyecto antes de la licitación y hay que decir que los vecinos lo ven con buenos ojos", ha explicado Molné. La realización del proyecto requiere la cesión anticipada de un terreno privado para hacer un tramo de acera, que ya se ha pactado y que también se ha votado en la sesión de hoy.
Las obras se llevarán a cabo durante los meses de julio y agosto coincidiendo con las vacaciones escolares y una disminución de la circulación en esta calle. El coste de la obra será de 880 mil euros.
Recordemos que esta intervención forma parte del plan de acciones "La Massana sostenible", aprobado por el Consejo del pasado mes de octubre.
El otro punto destacado de la sesión ha sido la aprobación de una partida de 75 mil euros para reformar un local de la primera planta del edificio administrativo para ubicar el departamento de finanzas, que actualmente se encuentra repartido entre diferentes despachos. "La finalidad es que todo el equipo trabaje en un mismo emplazamiento, optimizando y racionalizando el espacio y haciendo las consultas más fáciles a los ciudadanos", ha expuesto la cónsul menor, Eva Sansa.
Hasta ahora en este local estaba la tienda de la entidad benéfica Carisma, que ha pasado a otro espacio comunal a pie de calle, ganando en visibilidad.
Por otra parte, en la sesión se ha aprobado la actualización de los precios públicos para las actividades de verano y la partida para llevar a cabo la segunda fase de la reforma integral de los merenderos, que estará terminada en verano.