La quema de fallas consiguió levantar una gran expectación en La Massana. La zona de las escuelas se llenó para ver el espectáculo de fuego. Los primeros en desfilar fueron los pequeños fallaires, con sus bolas de luz. El fuego rodó de la mano de una decena de fallaires, jóvenes del Punt 400, además de algunos massanencs con ganas de formar parte de la colla fallaire, entre ellos, el conseller Guillem Forné.
Una vez llegados a la zona del aparcamiento, acompañados de las grallas de los Castellers de Andorra, continuaron rodando en un auténtico espectáculo de luz para el numeroso público que les esperaba. Además, el coordinador de la iniciativa, Eduard Vergara, hizo una demostración con una falla tradicional, hecha con abedul. El público aplaudió la destreza de los jóvenes fallaires, que hicieron varias exhibiciones.
Algún massanenc recordaba cómo antiguamente sus padres explicaban que de jóvenes bajaban de la montaña quemando fallas.
El fuego de las fallas dio paso a la gran hoguera, con la luz de la cual se bailó el Ball de Bruixes, con el Esbart Valls del Nord, con una gran ovación por parte de los presentes.
La fiesta continuó con el concierto de Istar Ruiz, que hizo participar activamente al público, subiendo al escenario. Entre ellos, el mismo conseller Forné que interpretó un tema de Sau.
Tanto la cónsul mayor como el conseller de Cultura remarcaron la gran aceptación popular de la fiesta. Ahora el proyecto se abre a todo el mundo que tenga ganas de formar parte de la colla fallaire de La Massana.