FEDA ha destinado más de 3 millones de euros en ayudas a empresas y autónomos afectados por la COVID en 2021 y ha asumido un sobrecoste en la compra de electricidad en torno a los 8 millones de euros.
Estas son dos de las cifras que han detallado el director general de FEDA, Albert Moles, y la directora general adjunta, Imma Jiménez, en el balance anual tradicional de Navidad. Este ha sido un año muy convulso para el sector energético, en el que se han alcanzado los récords históricos de precios de venta de la electricidad en los mercados de los países vecinos, de los carburantes y del CO2, y que inevitablemente han repercutido en FEDA. No obstante, las tarifas, ya muy competitivas, se han mantenido congeladas en 2021 y no se ha repercutido ningún incremento de precio a los clientes.
Tal y como han explicado, FEDA ha hecho frente a la complicada situación gracias a la visión global y a largo plazo que se aplica desde hace años. Gracias a las finanzas sólidas de FEDA se puede asumir que este año el resultado económico no sea positivo sin poner en riesgo las importantes inversiones que se deben hacer para seguir apostando por la transición energética y para, a la vez, resolver la problemática estructural del modelo energético de Andorra, que entre otros es la falta de soberanía energética.
Así pues, los directores de FEDA han destacado que el impacto de los aumentos de precios se ha podido limitar gracias a la gestión de la producción de la central hidroeléctrica, que es, con diferencia, la principal fuente de producción del país, 100% renovable, y que permite producir energía en los momentos en que ésta es más cara en los países vecinos. También han ganado mucha importancia los contratos de compra de electricidad a largo plazo que comenzó a firmar FEDA en 2019 y que hoy en día han permitido que una parte importante de la energía que se importa no haya sufrido los incrementos de precios que se han observado en los mercados.
Sin embargo, Jiménez ha explicado que la situación ha afectado a FEDA, que ha asumido en torno a 8 millones de euros de sobrecoste en la compra de energía de este año. Aún así, ha indicado que el rol de FEDA en este contexto era limitar este impacto a la ciudadanía y que por eso en ningún caso se han subido las tarifas.
En este sentido, Moles ha detallado que en este contexto la responsabilidad social ha guiado las acciones de FEDA y la sostenibilidad ha dirigido los proyectos y la estrategia. El director general ha insistido en que la solución a la situación debe ser estructural y no vendrá dada por las necesidades puntuales, sino para garantizar la consecución de los proyectos previstos en la hoja de ruta sostenible.
Concretamente, es importante el proyecto de construcción de un parque eólico en el pico del Maià, para el cual se han realizado estudios este año que confirman la viabilidad. Para los responsables de FEDA, el parque eólico es imprescindible porque generará energía renovable, y tendrá un impacto económico positivo porque reducirá la importación de energía de los países vecinos.
Además, Jiménez ha señalado que para alcanzar los objetivos energéticos es fundamental el ahorro energético y en este sentido FEDA sensibiliza para corresponsabilizar a la ciudadanía con este hito. "El camino hacia la sostenibilidad es global, imprescindible e inaplazable", ha concluido la directora general adjunta.