Escaldes-Engordany instala puntos menstruales en diferentes edificios comunales

02 de mayo de 2024 a las 12:38h

El Comú d'Escaldes-Engordany lleva adelante una iniciativa dirigida a las mujeres con el objetivo de garantizar el acceso a los productos menstruales y romper los tabúes en torno a la regla. En este sentido, la corporación ha adquirido hasta doce dispensadores que contienen compresas y tampones ecológicos que se pueden coger gratuitamente cuando se tenga la necesidad. La consejera de Acción Social,Magda Mata, ha explicado que el Comú d'Escaldes-Engordany es la primera institución pública que lleva adelante este proyecto y lo hace desde el convencimiento de que"tenemos que normalizar la regla porque las mujeres la tenemos desde adolescentes hasta más allá de los cincuenta años y hay que crear puestos de trabajo saludables e inclusivos".

Estos dispensadores se encuentran repartidos desde hoy entre los diferentes edificios comunales, como, por ahora, el Común, la Guardería 1 y 2, el Prat del Roure, el Hogar de jubilados, la piscina, el Servicio de Circulación, Rámio, La Linterna, el CAEE/Biblioteca, el almacén Dos Valires y la central de aparcamientos. La jefa del departamento de Recursos Humanos, Raquel García, ha afirmado que, por parte del Común, se calcula que la iniciativa repercutirá en un centenar de trabajadoras que se encuentran en edad menstrual.

Así, estos dispensadores están disponibles para las trabajadoras comunales pero también para las ciudadanas que en un momento dado necesiten hacer uso de los productos menstruales. En este sentido, David Drets, director de DET Higiene Ecológica, la empresa que suministra los productos, ha indicado que "son 100% ecológicos". "Todo es algodón ecológico, no tenemos plástico ni ningún otro material que pueda ser perjudicial para la salud de las mujeres", ha apuntado. Asimismo, ha añadido que"si tenemos acceso a papel higiénico o a una tirita, ¿por qué no a un tampón?".Según los datos proporcionados, el 86% de las mujeres se han encontrado en casos en los que estaban en el trabajo y les ha venido la regla y no tenían acceso a un producto menstrual.

La iniciativa tiene un coste de 3.770 euros en el primer año e incluye tanto la instalación de los dispensadores como la recarga. La voluntad es renovar el contrato de año a año y a partir del segundo sólo habrá que presupuestar las recargas. En esta línea, la consejera de Acción Social ha ejemplificado que equivale "a invitar a un café al mes a cada trabajadora".

La iniciativa también contempla la realización de dos charlas informativas dirigidas a las trabajadoras comunales sobre el impacto de los productos menstruales en la salud de las mujeres y el medio ambiente, así como sobre los beneficios de utilizar productos de calidad y ayudar a las mujeres a disfrutar de una buena salud menstrual.