Encamp ha inaugurado hoy la decena de pequeños murales que la reconocida muralista Samantha Bosque, la misma que realizó en 2018 el mural que reproduce la original Casa Viliella en la plaza Sant Miquel, ha reproducido en las puertas y fachadas de la Mosquera desde el mes de mayo con el objetivo de poner en valor y embellecer esta zona de la villa encampadana.
El comú de Encamp firmó un convenio de colaboración con los vecinos para embellecer el núcleo tradicional de la Mosquera a través del arte urbano "y hoy ya es una realidad" en palabras de la cónsul mayor, Laura Mas. En los últimos años, principalmente por el incivismo, muchas de las fachadas habían quedado ensuciadas con pintadas, que ahora se han eliminado gracias a los murales pintados e inspirados en fotografías de principios de siglo, que reproducen la vida cotidiana del Encamp de la época.
Las fotografías que han inspirado a la autora forman parte de los archivos familiares e institucionales, muchas de las cuales son protagonizadas por vecinos y antiguos propietarios de las casas, algunos de ellos aún muy presentes en el recuerdo de muchos de los vecinos actuales.
Laura Mas ha agradecido a los vecinos su colaboración y ha remarcado que "nos comprometimos a poner en valor y evitar la degradación de los núcleos tradicionales y hoy hemos conseguido un paso más". Mas ha añadido que "no solo hemos mejorado fachadas y puertas con los murales, sino que también hemos mejorado los servicios de agua, luz, alcantarillado, que no se ve pero es igual o más importante...". La cónsul mayor también ha remarcado que "el objetivo es que los núcleos tradicionales sigan manteniendo el encanto pero también la funcionalidad para hacer más fácil la vida a la gente que vive en ellos y los mantiene vivos".
El consejero de Turismo y Reactivación Económica, Nino Marot, ha agradecido a todas las personas que han hecho realidad este proyecto, destacando la participación de los niños en el taller infantil del martes para realizar el mural de bienvenida y el esbart Sant Romà que ha cedido el vestuario para la representación. Marot ha añadido que "esta zona con Casa Cristo, el Molí del Guillem y ahora los murales es un atractivo turístico muy interesante y por eso se ha puesto en valor" pero sobre todo lo hemos hecho "para poderlo explicar a las futuras generaciones "
Por su parte, la artista Samantha Bosque ha explicado que el trabajo durante estos meses "ha tenido un enriquecimiento creativo muy interesante porque muchos de los vecinos han sido partícipes del proceso, con recuerdos y anécdotas, a medida que se avanzaba en la ejecución de los murales"
Los murales: Escenas de la vida cotidiana en Encamp de 1900 a 1950, con personajes reales en su casa o en su propiedad
El itinerario comienza debajo del indicador de la calle Perdut. Donde encontramos el nombre del núcleo tradicional y antiguo pueblo de La Mosquera y que nos da la bienvenida a la colección de murales conjuntamente a la llave que nos conecta con el pasado.
A mano izquierda encontraremos la era de Cal Pere, donde en la puerta superior hay un Peugeot 201 y delante dos hombres de la casa. En la caseta de delante está Pere Pallerés, con dos vacas y en la ventana un gorrión, y en la puerta de acceso encontraremos a Roc Pallerés cazando conejos. En la puerta inferior de la misma casa estarán el síndico Roch Pallerés y el subsíndico Agustí Coma que nos darán la bienvenida ataviados con traje de ceremonia como si estuvieran a punto de ir a la Casa de la Vall.
El siguiente mural está justo al lado, en la puerta del huerto del Malibern con Antoni Torres Riba, el Malibern, con su mula a punto de ir a trabajar al campo.
Llegamos a Cal Sendes, donde sale representado un pastor de espaldas en medio de los Cortals. Se identifican montañas, una cabaña y un río y sobre este un puente que enlaza pasado y presente.
Delante de Cal Sendes, es la vieja Marta quien posando para el fotógrafo con sus mejores galas nos mira apoyada en la silla.
En el muro de casa Ché, los padrinos nos acercan a la comida de Fiesta Mayor, y la fiesta en sí misma, que se celebraba en la plaza del Consell, toda engalanada y cerrada con bojes y pinos pequeños, para asegurarse de que los chicos forasteros pagaran entrada si querían participar en el baile del pueblo.
Bajando hacia la plaza del consell en el callís de Cal Xampaina descubriremos el último de los murales, con una reproducción de cómo era la casa originalmente, acompañada de unas grandallas, la flor nacional.
Todos los sábados del mes de septiembre visita guiada y teatralizada para conocer los murales
La visita guiada y teatralizada que ha inaugurado la colección de murales y que ha ido a cargo de la escuela de teatro Entreacte, se volverá a repetir todos los sábados por la mañana del mes de septiembre, es decir, los días 3, 10, 17 y 24, con cuatro pases al día cada quince minutos, desde las 12 h a la 13 h del mediodía. Será necesario reservar plaza en la oficina de Turismo llamando al 731 000 o bien por whatsapp al 641 000. El precio de la visita es de un euro para los adultos y gratuita para los niños.